Mitos, memoria colectiva y narración ilustrada

Juan Palomino y Ana Paula Ojeda  

Tres libros con un mismo eje

Una de las formas en las que se expresa la enorme riqueza y diversidad cultural del país, son los mitos, leyendas y relatos de los diversos grupos indígenas que lo han habitado a lo largo de la historia. La memoria colectiva y las narraciones de cada comunidad son parte fundamental de su identidad, ya que además de generar un sentido de pertenencia, dan forma y sustento a sus prácticas. A pesar de las grandes diferencias entre cada uno de los pueblos indígenas, hay ciertos rasgos comunes compartidos en toda Mesoamérica, tanto en el pasado prehispánico, como en la actualidad. En esta colección buscamos divulgar algunas de esas historias compartidas, haciendo una sola narración en la que se integren las diversas versiones y dimensiones del mismo mito.
La memoria colectiva y las narraciones de cada comunidad son parte fundamental de su identidad, ya que además de generar un sentido de pertenencia, dan forma y sustento a sus prácticas.
En cada libro se da a conocer, a través de las narraciones míticas de algún animal en particular, lo que éste simbolizaba en la época prehispánica. Sin embargo, intentamos tender lazos entre estas narraciones místicas y las culturas actuales, pues la manera de interpretar y experimentar el mundo sigue vivo y vigente en nuestras sociedades. Con este fin, a partir de los textos de algunos académicos que han hecho investigaciones sobre los temas, hacemos adaptaciones que sintetizan estos contenidos para hacerlos accesibles a un público más amplio, tanto infantil como adulto, intentando que no pierdan la complejidad simbólica y la riqueza de la que estas historias son fruto.
Los animales desde la cosmovisión indígena Por distintas, pero afortunadamente compatibles razones, tanto a Ana Paula como a mí nos interesan las narraciones míticas. Estos libros son el punto en el que nuestros intereses convergen y, a mi juicio, se enriquecen. Pensamos que las narraciones míticas generalmente suelen divulgarse de forma muy pobre, y más aún en el ámbito editorial infantil. Se cuentan estas historias como si fueran cosas del pasado que han perdido su vigencia, y que en todo caso hablan de otros, pero ya no de nosotros, ni de los grupos indígenas actuales.
En cada libro se da a conocer, a través de las narraciones míticas de algún animal en particular, lo que éste simbolizaba en la época prehispánica.
La hegemónica visión racionalista y cientificista del mundo actual ha hecho que leamos los mitos de manera superficial y literal. En lugar de pensar en que para comprender lo que estos pueden tener de originario y verdadero, es necesario actualizarlos y leerlos simbólicamente, los tomamos como la versión ingenua de personas que no habían abierto totalmente los ojos. Para nosotros no es así, creemos que los mitos tienen mucho que decir de nosotros y del mundo que vivimos, y en estos libros queremos hacer presente eso. Pensamos en los animales porque son atractivos para los niños y porque la lectura de sus historias, esperamos, puede enriquecer lo que significan para ellos; pero no queremos contar estas narraciones apelando sólo a lo que de ellas es exótico o curioso, más bien queremos conservar y manifestar la forma en la que estos personajes –que son símbolos de fuerzas y procesos de la naturaleza–, se insertan en cosmovisiones complejas que nos pueden hablar de nosotros mismos. Además de esto, el propósito de estos libros es hacer notar cómo estas narraciones –que existen desde hace cientos de años–, siguen de un modo u otro vigentes en la forma de vivir, comer, celebrar, curar y pensar de muchos grupos indígenas actuales. Ya que suele valorarse y reconocerse el pasado prehispánico sin prestar atención a las culturas indígenas actuales.
 La ilustración y el texto, un diálogo enriquecedor
Para nosotros, el papel de la ilustración en estos libros es una forma de actualizar las historias. En primer lugar, porque además de recurrir a elementos, colores y estilos característicamente mexicanos, buscamos no sólo reproducirlos, sino proponer una estética que signifique y sea interesante para un lector actual. También pensamos en la ilustración como una forma de enriquecer lo que dice el texto al establecer un diálogo con él, en el que ambos lenguajes hablan de lo mismo, pero dicen cosas diferentes. Finalmente, la ilustración hace atractivos estos libros para un público amplio y permite un acercamiento a la historia desde distintas dimensiones y, también, desde distintos niveles de lectura. De esta forma, para un niño pequeño pueden ser atractivas y sugerentes las imágenes, aunque no comprenda todo lo que dice el texto. El quehacer como ilustrador Para mí un ilustrador es un lector y un intérprete. Lo que intento hacer al ilustrar un libro, es que la imagen dialogue con el texto para enriquecer la experiencia del lector. No se trata de aclarar ni revelar el contenido de un libro, sino de sugerir y de provocar una lectura activa. En mi caso la ilustración no nació de un amor original por los libros ilustrados ni por la literatura infantil, que empecé a leer más bien ya adulto; pero, curiosamente, y después de muchos afortunados accidentes, es en este campo donde llegué a encontrar lo que reúne casi todos mis intereses. Actualmente me representa una agencia española de ilustración que se llama Pencil y trabajo de manera independiente para varias editoriales. También coordino, junto con Santiago Solis, Abril Castillo y Jesús Cisneros, un diplomado de ilustración en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM. En cuanto a los proyectos editoriales actuales, estoy trabajando en las ilustraciones de un par de libros de otros autores y preparo con Ana Paula el siguiente título de la colección de mitos de animales.
Sobre los libros Ladrón del Fuego. Editado por Ediciones Tecolote y CONACULTA, 2013. Libro sobre el mito, común a toda Mesoamerica, que narra cómo el tlacuache robó el fuego para entregarlo a los humanos. Jaguar, Corazón de la Montaña. Editado por Ediciones Tecolote y CONACULTA, 2014. Libro sobre el significado que ha tenido el jaguar en la mitología mesoamericana. Sobre todo, en el área maya. Monos, mensajeros del viento. Editado por Ediciones Tecolote y CONACULTA, 2015. Libro sobre los mitos acerca de los monos mesoamericanos, en especial en su relación con la escritura, las artes y con el cacao como semilla sagrada. Para ver mi trabajo podrían poner el siguiente link: www.facebook.com/juanpalominoilustrador fin

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079