31 de Marzo de 2000 Vol. 1 No.0


Nota para una Historia del Cómputo en México del Centro de Cálculo Electrónico al Centro de Investigaciones Matemática Aplicada, Sistemas y Servicios: Dr. Rafael Fernández


En el principio...

Cuando se trata de indagar la historia de los primeros años del cómputo en México, los nombres de Sergio Beltrán, Alberto Barajas, Carlos Graeff y Nabor Carrillo aparecen con frecuencia. Beltrán ha platicado alguna vez la conexión entre ellos. (ref)

    Hacia la primera mitad de los cincuenta, la solución a diversos problemas en el campo de las matemáticas aplicadas y de la mecánica de suelos, planteó serios problemas a un grupo de universitarios dirigidos por el doctor Nabor Carrillo, quien fungía en aquella época como responsable de la Comisión Impulsadora y Coordinadora de la Investigación Científica (CICIC), ya que la resolución de un caso práctico de esta índole significaba varios meses de cálculos.

    Por aquellos días también, el propio Nabor Carrillo tuvo la oportunidad de asesorar a un grupo de Estados Unidos, que trabajaba en la resolución de un sistema de ecuaciones integrodiferenciales simultáneas, mucho más complejas que las que manejaba el grupo de universitarios mexicanos. Los resultados se obtuvieron en mucho menos tiempo gracias a la existencia de "ingenios" que auxiliaban en tareas de esta naturaleza, lo cual impresionó sobre manera al entonces responsable del CICIC.

    Más tarde, tras su designación como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, el doctor Nabor Carrillo Flores, decidió conocer de cerca lo que entonces se denominaba electronic brains o cerebro electrónico. En aquella época una computadora de tres años de antigüedad, la IBM 650, fue rentada a la Universidad Nacional en 25 mil pesos mensuales. Esta provenía de la Universidad de California, según recuerda Sergio Beltrán, quien fuera nombrado, justamente en 1958, primer director del Centro de Cálculo Electrónico (CCE), cuyo antecedente directo era el Departamento de Cálculo Electrónico, fundado en 1955 y dirigido por el propio Sergio Beltrán.

    "La máquina --comenta Beltrán-- se alojó en el único local que había disponible. Se lo quité a Antropología que iba a poner ahí en ese cuartito... que se encuentra en la rampa, a un costado de la Torre II de Humanidades".

    El centro dependía de la Coordinación de la Investigación Científica, bajo la responsabilidad en ese momento del doctor Alberto Barajas. "Era una tercia Nabor, Graef, Barajas. Lo que la Universidad le debe a esa tercia es inenarrable, 30 por ciento de los institutos nacieron entonces. Ellos hicieron la Universidad que ahora tenemos", afirmó el doctor Beltrán. El acontecimiento al principio pasó inadvertido a la escala nacional, sin embargo, poco a poco la gente, sobre todo muchos del gobierno, fueron acercándose a la computadora, pues durante tres años fue la única en el país.

    Entre los trabajos resueltos, según el folleto informativo del Centro, editado en 1961, se tenían los siguientes. Con Petróleos Mexicanos: Programa Lineal para Mezclas de Gasolinas; Diseño de Tubería de Revestimento para un Pozo de 5 mil metros. Con la Comisión Federal de Electricidad: Tránsito de Avenidas de un Vaso. Con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales: Inventario Forestal. Con Nacional Financiera, S. A.: Modelo Matemática de la Optimización de una Planta Siderúrgica. Con Cubiertas Ala S A.: Cálculo de los Esfuerzos en Membranas y Cascarones. Con Manufacturera General Electric: Diseño de Transformadores.

    Mientras que los trabajos realizados para las dependencias universitarias, fueron los siguientes: Para el Instituto de Física: Cálculo de Montecarlo para Contadores de Doble Anticoincidencia; Reactor Nuclear. Para el Instituto de Geofísica: Integración de Orbitas de Protones Primarios. Para el Observatorio Astronómico Nacional: Cálculo de un Objetivo Fotográfico; Densidades, Potenciales y Velocidades de Escape en una Galaxia Esférica. Para el Instituto de Ingeniería: Análisis Sísmico de Estructuras; Simulación del Funcionamiento de una Presa. Para el Instituto de Historia: Léxico Estadístico Maya; Análisis de Lenguas Coahuiltecas. Para el Instituto de Biología: Bioestadística Aplicada a Problemas Taxonómicos. Para la Escuela Nacional de Ciencias Químicas: Estudio de un Reactor para Pirólisis de Propano; y para el propio CCE: Sistema Manipulador de Expresiones Simbólicas.

    El CCE tenía autorización para vender el 25 por ciento del tiempo de la máquina, para el desarrollo de proyectos externos a la Universidad. La primera empresa que compró tiempo, según Beltrán, fue IEM. Después, en tiempos de Torres Bodet, el Instituto de la Vivienda fue un gran usuario.

    La segunda, tercera y cuarta computadoras del país llegaron al Instituto Mexicano del Seguro Social. Esto, comentó Sergio Beltrán, debido a "la arquitectura de las computadoras. La arquitectura de las computadoras fue la que originó que se trajeran más máquinas de las necesarias para los procesos requeridos para la operación de una máquina. Una computadora necesitaba de otras para apoyar...".

    Después de las computadoras del IMSS "el asunto ya se suelta". La tercera fue una Bendix G15. "A mí me prestaron una los de Bendix", afirmó Beltrán. Inmediatamente el ingeniero Barrios pidió una en un laboratorio de la Comisión Federal de Electricidad. Después, la IBM empezó a entrenar a su propia gente y a vender equipos de esa empresa.

    Por otra parte, según lo menciona Rafael Durán González en su artículo "Décadas del cómputo en la UNAM", se crea, desde 1955 en la Dirección de Servicios Escolares, la sección de máquinas. Al respecto, abundan Luis Castillo Lanz, Luis R. Carrasco y José Meljem en "Pasado, presente y futuro de la administración escolar en la Universidad Nacional Autónoma de México", trabajo presentado en el congreso nacional que se organizó con motivo de los 30 años del cómputo en México. En 1962 la Dirección General de Servicios Escolares contaba con un departamento central de máquinas que operaba un sistema de tarjetas perforadas, con el cual proporcionaba el servicio de estadísticas escolares, directorios de alumnos, listas de asistencia, actas de exámenes y boletas de calificaciones.

    A mediados de 1965, señalan los mismos autores, se instala la primera computadora en la sección de máquinas de la Secretaría General Auxiliar, cuyo objetivo era atender los sistemas de control escolar y los de carácter administrativo en general. En 1967, se crea la Dirección General de Sistematización de Datos.


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Dirección General de Servicios de Cómputo Académico-UNAM
Ciudad Universitaria, M
éxico D.F.