Conclusiones

La fase creativa en el proceso de diseño industrial usualmente ha implicado, en los estudiantes del Centro Universitario UAEM Zumpango, una tensión nerviosa y desesperación al no lograr obtener ideas innovadoras, o una gran cantidad de ideas. Ello se ha debido a que no han incursionado en el uso de técnicas de creatividad, y a que sólo se les han pedido resultados sin llevar a cabo un proceso para incentivar el desarrollo de las ideas.

Al concluir los ejercicios presentados en este documento, los estudiantes lograron obtener una cantidad de ideas que en pocas o nulas ocasiones habían logrado. La mínima cantidad presentada fue de 20 y la máxima de 105. Probablemente, el 99% de las ideas generadas no tengan ninguna posibilidad de continuar en el proceso de diseño, pero lo importante ha sido el tener suficientes ideas para seleccionar el lodo y encontrar el oro. Además, las ideas seleccionadas han tenido un alto valor de innovación al ser comparadas con los productos existentes, ya que no copiaron la idea de alguno de estos productos, sino que han nacido de la imaginación de los estudiantes.

En cuanto a la aplicación de técnicas creativas en la carrera de Licenciado en Diseño Industrial del Centro Universitario UAEM Zumpango, a raíz de los resultados obtenidos en este grupo de alumnos (algunas veces etiquetados como poco creativos por los profesores) se está planteando la necesidad de contar con algún curso específico sobre técnicas de creatividad, ya sea dentro de la currícula, o como un curso remedial de acción tutorial. Este curso debe llevar de la mano a los estudiantes, en al menos una docena de técnicas factibles de aplicar en el desarrollo de productos, no sólo en la fase creativa, sino en todas las fases, ya que en todas ellas se requiere de tener ideas creativas. Por ejemplo, en la fase de investigación, ideas para obtener y procesar la información, o en la fase de diseño a detalle, ideas para mejorar la propuesta original o solucionar algunos detalles de cómo producir o desechar el producto de forma poco dañina para el medio ambiente.

Así, con los resultados obtenidos nuevamente se demuestra que la creatividad no está relacionada con las capacidades intelectuales aparentes de las personas, y que todos somos gente creativa, sólo es necesario encontrar la forma adecuada de hacer surgir esa creatividad.

 

 

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