Condiciones que favorecen el desarrollo del talento creativo

Aparte de los componentes e indicadores de creatividad, también hay que analizar las condiciones que favorecen el desarrollo del talento creativo referidas tanto al entorno donde se desenvuelve la persona como a los factores personales que le son propios y que constituyen su perfil personal (Csikszentmihalyi, 1998).

Entre los factores externos o ambientales pueden mencionarse: a) el ambiente escolar y la influencia del docente; b) los valores sociales, las creencias, tradiciones y cultura, c) la familia como el entorno primario de desarrollo de la persona (Lowenfeld y Lambert, 1984).

Hay dos condiciones fundamentales en el desarrollo del talento creativo que depende de los factores personales, por una parte la curiosidad y por otra el empuje. La curiosidad exige la apertura a las experiencias del entorno para descubrir los cambios que se suceden a su alrededor. A través de este ejercicio surge el sentido lúdico de la exploración y la aventura, que facilita el descubrimiento de los objetos, las ideas y situaciones.

El empuje exige concentración interior en la tarea que se realiza porque todas sus capacidades deben ponerse en línea para el logro de las metas. La concentración interior supone seriedad en el trabajo, entrega, constancia y sentido de competencia.

Algunos autores (Csikszentmihalyi, 1998; Koestler, 1964) relacionan la actitud de relajación, ensueño y descanso, con la producción creativa. Parece que estas condiciones se encuentran presentes en los momentos más importantes del proceso creativo cuando el subconsciente es más flexible y la información percibida se expresa con mayor libertad y fluidez para establecer asociaciones, agrupaciones, comparaciones, confrontaciones, síntesis, composiciones y otras actividades convergentes en el acto creativo.

En 1993 Perkins (citado en Beltrán, Bermejo y Vence, 1993) expuso la teoría disposicional de la creatividad enfocada hacia la inclinación de la persona por la realización de tareas creativas. Destaca este autor la importancia de esta condición porque considera que es imprescindible que la persona esté inclinada e interesada en las actividades creativas para que pueda realmente producir obras originales e innovadoras.

Esta actitud guarda relación con las oportunidades que la persona haya tenido para contactar diversas facetas de la producción creativa, así como para desenvolverse en ambientes donde predominen las actividades de esta naturaleza o para asistir a eventos con alto contenido creativo.

El comportamiento disposicional presenta tres ingredientes básicos: a) sensibilidad; b) inclinación y c) habilidad. Sensibilidad es la actitud de alerta frente determinadas situaciones, especialmente cuando se trata de la identificación de un problema a resolver. Inclinación es la tendencia hacia la ejecución de determinada conducta, y habilidad es la facilidad para ser eficiente en la realización de tareas.

Como resumen a las condiciones que favorecen el desarrollo del talento creativo debe destacarse la importancia de conjugar la energía personal contenida en la disposición para la innovación, la curiosidad, habilidades y destrezas, entre otras, con la energía proveniente del exterior y contenida en la aceptación de la obra por parte de la comunidad y la sociedad en general. Es decir, se trata de atrapar el pensamiento y la acción en un solo contenido traducido en innovación.

 

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