De la sinéctica a la analogía distante metódica

La Analogía Inusual (AI) tiene sus raíces en la Sinéctica, método inventivo que significa “combinación de elementos diversos e incluso contradictorios” y fue desarrolla por el profesor J.J. Gordon, del IMT. Esta técnica surgió del estudio de los procesos y experiencias creadoras, y de la personalidad de un grupo de artistas, en su mayoría procedentes del campo de la creación literaria.

En su obra Synectis (1961), Gordon expone la fundamentación de su método, basado en la convicción de que la creación y la invención son de origen inconsciente e irracional. Estos mecanismos inconscientes gobiernan la invención, apartándose de la lógica y el raciocinio manteniéndolos en la sombra.

Fomentar y estimular los elementos irracionales y emocionales de la personalidad puede aumentar la potencialidad creadora del ser humano. Otros autores como Marín y Prado han desarrollado la AI (Analogía Inusual). Lo que nosotros denominamos AI es la “asociación lógica entre fenómenos muy dispares” (Prado 1982).

El objetivo de la sinéctica es hacer aflorar a la conciencia, las ideas escondidas en el subconsciente e intentar buscar una solución original a través de dos estrategias fundamentales:

a) Convertir lo extraño en familiar, mediante el análisis, el esquema, reduciéndolo a ideas conocidas y ejemplos cercanos por similitud de apariencia o función.

b) Volver lo conocido en extraño. Para esto se recurre a la analogía, en la que se relaciona un dato con otras cosas diferentes, remotas, sorprendentes.

Gordon señala cuatro procedimientos analógicos:

a) La analogía directa: relación del problema con algo muy similar que pueda ayudar a resolverlo o enfocarlo de otro modo.

b) La analogía personal: se personifica el problema y se imagina que es él para verlo desde dentro y sentirlo.

c) La analogía simbólica: inspirada en las metáforas poéticas, lenguaje simbólico por excelencia.

d) La analogía fantástica: el problema se relaciona con un sueño nunca alcanzado. Estas cuatro formas de analogía se practican junto con el Torbellino de Ideas (TI).

El dominio de la técnica de la AI implica el dominio del lenguaje, de un conocimiento extenso del vocabulario y la utilización de los sentidos.

Cuando se crea AI se une “la denominación lingüística y la profundización del lenguaje merced a la comprensión abstracta y sensorial, lo que ocasiona “ver” la razón de ser de estructuras ideo-lingüísticas bien arraigadas” (Prado, 1.994).

 

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