Indicadores de la creatividad Por referentes o elementos valorativos de la creatividad, se hace alusión a los indicadores que pueden darnos pauta en la identificación primeramente de la manifestación creativa y posteriormente señalar los referentes para ser evaluada. En este rubro se consideran una serie de características que debe mostrar una persona para dar indicios de ser creador, muchas veces se definen como capacidades, otros como habilidades y otros como rasgos. La evolución teórica de este concepto presenta diferentes aportaciones, no obstante entre las más relevantes se pueden mencionar las siguientes: La aportación de Lerner (1981), cuando parte de la combinación de una serie de capacidades generales y específicas para llegar a concretar determinados rasgos más precisos, como por ejemplo: Ingeniosidad, Inventiva, Honradez, Franqueza, Dominio de los hechos, Dominio de los principios, Flexibilidad, Independencia, Intuición, Originalidad, Pensamiento divergente, Rápida capacidad de aprendizaje, Amor al trabajo, Concentración en lo esencial, Construir estructuras complejas a partir de las simples, Ver un nuevo problema, Ver la estructura de un objeto, Calcular alternativas de solución a un problema, Ver diferentes funciones a las usuales en los objetivos y fenómenos, Rechazar lo conocido y Crear un enfoque nuevo. Por otra parte, cabe mencionar que se consideran como básicas o generales los cuatro criterios clásicos de capacidad creadora: fluidez, flexibilidad, originalidad y elaboración. Es pertinente recordar que existen muchos más indicadores de la creatividad, tantos como manifestaciones propias, sería absurdo pretender encajonar la creatividad en todo lo que implica en solo unos cuantos referentes, pero es necesario para efectos de su estudio comprender los clásicos y que se describen brevemente a continuación:
Elaboración. Es la habilidad que tiene una persona para desarrollar y/o perfeccionar una idea o producción original alcanzando niveles de complejidad y detalle. Por lo tanto, la elaboración es la capacidad de agregar elementos, rasgos, etcétera. Para ello se pueden utilizar dos o más habilidades para la construcción de un objeto complejo y sofisticado en su elaboración o una idea profunda y/o extensa. Por su parte Guilford (1991), formula algunas hipótesis ‘aún vigentes’, en función de sus posibles componentes: • Sensibilidad ante los problemas (identificarlos rápidamente) • Flexibilidad mental (adaptarse a diversas situaciones) • Fluidez de pensamiento (plantear mayor número de ideas nuevas) • Habilidad de analizar y sintetizar (para desintegrar estructuras y utilizar sus componentes en nuevos matices) • Capacidad para manejar un gran número de ideas relacionadas entre sí Asimismo, en los estudios de creatividad más conocidos que tienden a aislar las características de los individuos creativos, se destacan muchos indicadores tanto cognitivos como afectivos y volitivos expuestos por (Martínez 1995), mismos que se describen a continuación: • Indicadores cognitivos de la creatividad: el alto grado de inteligencia y combinación de la información percepción, intuición, imaginación, abstracción y síntesis. • Indicadores afectivos y volitivos de los sujetos creativos: curiosidad intelectual, entrega a la tarea, motivación intrínseca y elaboración activa de conflictos. Existen otros que resultan más difíciles de ubicar en una categoría específica de la personalidad como: la tolerancia a la ambigüedad, la apertura a la experiencia, la versatilidad, la sensibilidad, la osadía y la perseverancia.
|
||
D.R. © Dirección General de Servicios de Cómputo Académico-UNAM / Ciudad Universitaria, México D.F. Se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos aquí presentados, siempre y cuando se cite la fuente completa y su dirección electrónica |
||