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Urbanismo y sustentabilidad: estado actual del desarrollo urbano de la ZMVM

Jessica Lorena Escobar Delgadillo y Jesús Salvador Jiménez Rivera
 
 

Estado ambiental urbano de la ZMVM

Partiendo de que la sustentabilidad entendida como un sendero de tiempo en el cual la utilización de los recursos es compatible con su tasa de regeneración, es decir, que el stock del recurso permanece inalterada en el tiempo, se analizará el estado ambiental de la ZMVM.

Agua

Uno de los principales problemas de la insustentabilidad ambiental de la ZMVM es el uso excesivo del agua, debido a que la tasa de extracción supera a la de recarga. Los acuíferos del Distrito Federal se encuentran sobreexplotados debido a la creciente demanda, y se prevé que se encontrará en situación crítica por la presión del agua para el año 2025, indica información del Instituto Nacional de Ecología. Según la CONAGUA, ya que desde 1954 se rebasó el límite de sustentabilidad y se extrae cinco veces más líquido de lo que se recarga. En el Distrito Federal se estima un consumo por persona al día de 364 litros mientras que en el Estado de México es de 230 litros, cabe destacar que el consumo del líquido es desigual y depende del ingreso familiar.

La gráfica 7 muestra la extracción y recarga de acuíferos, estos datos muestran una razón casi de equilibrio entre la extracción y la recarga, sin embargo, la fugas estimadas en un 40% de la red muestran un factor de insustentabilidad en la utilización del recurso.

Gráfica 7. Volumen de extracción y recarga de agua del Valle de México (Hectómetros cúbicos)



Además, como refiere Ezcurra (2007), la Ciudad de México obtiene más del 70% de su suministro de agua del sistema acuífero que se extiende bajo el área metropolitana, cuyos niveles se ven afectados y presentan una baja promedio de 1m/año en áreas específicas y una degradación en la calidad del agua, al mismo tiempo, la expansión de la ZMVM a futuro significará también la deforestación de un aparte significativa de las áreas circundantes que ahora funcionan como reguladores hidrológicos del ya seriamente alterado ciclo del agua de la cuenca de México.

Adicionalmente a lo anterior, la visión de la CONAGUA expresada en el VI Encuentro Nacional de Cultura del Agua, señala que el déficit de agua en el Valle de México se está atendiendo a costa de la sobreexplotación de los acuíferos, lo cual considero es insostenible en el largo plazo.

A continuación se presentan estimaciones del uso del agua del periodo2001-2030. En la gráfica 8 podemos mostrar que el déficit de agua proyectado a 2030 será un factor más de la insustentabilidad de la ZMVM.

Gráfica 8. Proyecciones de déficit de agua en la ZMVM

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI.

Aire

Otro problema serio, aunado al caso del agua y asociado con el crecimiento de esta gran urbe, es el alto nivel de contaminación atmosférica. De acuerdo con Ezcurra (2006), los vehículos producen una gran proporción de emisiones por monóxido de carbono e hidrocarburos de la cuenca.

En la gráfica 9 puede observarse que desde 1990 el transporte es el principal consumidor de energía. Su demanda más baja en el periodo 1990-2000 fue del 45% y la mayor fue de 50.7% del total de la energía generada por la combustión de los combustibles incluidos en este balance energético. Para el caso de la industria se tiene que en este mismo periodo su consumo energético se ha mantenido entre el 32.9% y el 39.6%; la participación en la demanda energética por el sector residencial/comercial de 1990 respecto al 2000 varió en un 1% (Proaire, 2002-2012).

Gráfica 9. Consumo energético porcentual por sector ZMVM 1990-2000

Fuente: Elaboración propia con datos de PROAIRE 2002-2010.

Una aproximación para saber que existen serios problemas de contaminación del aire es en lo referente al parque vehicular, que en el caso de México, crece incluso a tasas mayores que la población, por ejemplo de 1990 a 2001 dicho incremento vehicular fue del 75% (Semarnat, 2003).

Al ser el autotrasporte uno de los sectores con más consumo de energía y al crecer el parque vehicular (como se muestra en la gráfica 10), y debido a un mayor crecimiento de la población, que ha reducido la velocidad promedio de los desplazamientos, se ha generado un mayor consumo de combustible por kilómetro, lo que contribuye entonces a una gran emisión de contaminantes, afectando la calidad de vida la población que habita en la ZMVM.

Gráfica 10. Parque vehicular ZMVM 2000-2010

Fuente: Elaboración propia con datos de PROAIRE 2002-2010.


Basta con mencionar que en ZMVM, las fuentes móviles contribuyen principalmente con los siguientes contaminantes del aire: 84% de óxidos de nitrógeno (NOx), 99% de monóxido de carbono (CO), y 52% de óxidos de azufre (SO2) y partículas menores a 2.5 micrómetros (PM2.5), lo que indicaría que el transporte vierte a la atmósfera grandes emisiones contaminantes (SMA, 2009).

Si consideramos que la ZMVM abarca el 0.25% del total del territorio nacional y el 19% de la población, podemos observar lo desproporcionado que es este dato y la concentración de contaminantes existentes en la zona, la cual es proporcional a su población y al territorio, con lo que podemos decir que la capacidad de carga del ecosistema se ve ampliamente superada.

Suelo

La ZMVM posee una extensión de 4,715.3 km² (3228.9 km² del Estado de México y 1486.4 km² del Distrito Federal). Del total de la superficie, el 65.5% es de uso urbano (43% del D. F. y 22.5% del Estado de México) y el 34.5% restante es zona rural con usos del suelo agrícola, pecuario, forestal y áreas de conservación (SMA DF, 2005).

La gráfica 11 muestra cómo el crecimiento se ha dado forzosamente, a costa de áreas verdes, debido a que la tasa de expansión de la población corresponde casi en exactitud con la expansión de la superficie que ocupa la ZMVM. Por otra parte, como se mostrará a continuación en la gráfica 12, la densidad de habitantes por hectárea se ha mantenido casi inalterada pese al crecimiento de la población, y ésto sólo ha sido posible con la incorporación de nuevos territorios.

Gráfica 11. Tasa de crecimiento de la población y superficie de la ZMVM (1960-2020)

Fuente: Elaboración propia con datos de PROAIRE (2002-2010).


Si relacionamos la gráfica 11 con la 12 podemos observar cómo durante la década de los ochentas con la mayor incorporación de territorio se aprecia un aumento de de 68,260 ha en 1970 a 105,660 ha en 1980, es decir, un incremento de 37,400 ha o 55% más que en 1970. En este contexto baja la densidad por habitante, sin embargo en los próximos años ésta se acercará a sus valores medios de 126 hab/ha.

Gráfica 12. Evolución de la densidad de habitantes por hectárea en la ZMVM   (1950-2020)

Fuente: Elaboración propia con datos de PROAIRE (2002-2010).


La población se ha multiplicado en 60 años en más de 11 veces, y su área urbana pasó de alrededor de 10,000 hectáreas a 130,000 hectáreas, es decir, se multiplicó 13 veces más que la población, lo que muestra una expansión dispersa (Juárez, 2003). El crecimiento del territorio urbano de la ZMVM no es suficiente para compensar el crecimiento de la población, pues la disponibilidad de áreas verdes urbanas decreció en un 83% de 1950 al año 2000. Lo anterior es un factor clave de la insustentabilidad de la ZMVM, debido a que la falta de áreas verdes implica la pérdida de servicios ambientales y por tanto afectaría el bienestar de la población.

Los procesos de deforestación generan importantes efectos ambientales negativos, que tienen que ver con el régimen del agua y con el régimen del suelo, así como con la conservación de la biodiversidad y con el régimen climático, por mencionar sólo las principales consecuencias de la deforestación (CONAPO, 2003).

La gráfica 13 muestra el decrecimiento de la superficie de áreas verdes en la ZMVM por persona. Cabe mencionar que este deterioro (pérdida de áreas verdes por expansión territorial) se traduce en la sobreexplotación de los mantos acuíferos, que a su vez altera el ciclo hidrológico debido a la pérdida de superficie por el cambio en el uso del suelo de forestal a agrícola y habitacional-urbano (que degrada la cubierta vegetal y modifica el microclima de la región por deforestación), lo que conlleva a la erosión de suelos, pérdida de la vegetación natural o biodiversidad y disminución de especies de flora y fauna silvestre.

Gráfica 13. Zonas verdes de la ZMVM

Fuente: Elaboración propia con datos anteriores.


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