Respuesta de la población ante avisos de alerta sísmica

El jueves 14 de septiembre de 1995, a las 8:04 am, ocurrió un sismo M7.3 en Copala, Gro., aproximadamente a 150 kilómetros al sureste de Acapulco y poco más de 300 kilómetros al sur de la Ciudad de México. Los daños, aunque considerables en pueblos cerca del epicentro, fueron pequeños en la ciudad de México (Anderson, et al, 1995). Durante este evento el SAS mostró su eficacia, porque generó un aviso de alerta “Pública” y anticipó con 72 segundos el arribo de las ondas más fuertes (figura 3). El sismo ocurrió a una hora que mucha gente se traslada a sus trabajos o inicia sus actividades, cuando satura el sistema de transporte público y el METRO, y cuando los alumnos de escuelas básicas se encuentran en los patios antes de iniciar sus clases. Algunas escuelas secundarias y universidades inician clases desde las 7:00 horas. En esa fecha el aviso de alerta que emitió el SAS fue escuchado por poco más de 4 millones de habitantes del Valle de México (tabla 1).

 Usuario

Receptores
Activados

Población alertada

Comentarios

Escuelas públicas

26

1’970,000

Niños cubiertos con 28 radio receptores, más los operados manualmente

Estaciones de radio AM/FM

22

2’000,000

Personas escuchando la radio.

METRO

2

400,000

Personas viajando en hora pico.

Complejo habitacional el Rosario

1

10,000

Residentes del complejo.

Otros

35

9,000

Centros de respuesta a emergencias, oficinas del gobierno, edificios públicos, escuelas privadas, Universidades y personal técnico del CIRES.

TOTAL

86

4’389,000


Figura 3. Funcionamiento del SAS durante el sismo M 7.3 de “Copala” Gro., el 14 de septiembre de 1995, a las 8:04 hrs, tiempo local

Escuelas Públicas. Cuatro jardines de niños, 16 escuelas primarias y seis secundarias, equipadas con radio receptores del SAS, captaron el aviso del sismo de Copala. Se estima que este aviso llegó a 14,200 personas, entre estudiantes, profesores y personal administrativo. Gracias al procedimiento de prevención instruido por la SEP, 90% de los planteles oficiales se vieron beneficiados con el aviso emitido y lograron activar manualmente sus sistemas de alarmas. Las autoridades de la SEP calcularon que el aviso llegó a 1´970,000.00 personas. Los alumnos de las escuelas secundarias que tenían clases, evacuaron ordenadamente, según informe de las autoridades educativas. La mayoría de los niños de escuelas primarias que estaban por entrar a su salón, se ubicaron en los lugares seguros preestablecidos. La respuesta de los niños durante este sismo fue comentada como excelente.

Escuelas Privadas. Durante el sismo de Copala, sólo dos escuelas particulares de la Ciudad de México tenían receptores del SAS. Fue desarrollado un estudio comparativo con respecto a la aplicación y la respuesta de dos planteles, con y sin avisos de alerta sísmica. Los alumnos de los dos planteles tenían entrenamiento para efectuar procedimientos de prevención. La respuesta de los niños de la escuela con receptor de avisos del SAS, fue con menos nervios durante y después del sismo, comparada con la de los otros niños que no tenían receptor del SAS. Los primeros lograron regresar a clases inmediatamente y los niños de la escuela sin SAS no pudieron regresar a clases debido al nerviosismo posterior al evento (Arjonilla, 1996).

Estaciones de Radio en AM-FM. Durante el evento de “Copala” 24 receptores de la señal de alerta del SAS estaban instalados en radiodifusoras de la Ciudad de México. Según el Instituto Mexicano de la Radio, en la zona metropolitana del Valle de México el nivel de audiencia, entre las 6:00 y las 10:00 horas, es del 10%. Es decir, que el aviso del SAS llegó a casi 2 millones de personas. Además, suponen que cuando una persona escucha un mensaje de alerta lo comunica al menos a una más.

Durante el sismo de “Copala”, el proceso de emisión de avisos de alerta, desde las estaciones de radio, era manual y dependía de la acción de un operador. Después de ese evento, para superar retardos y fallas observadas, cada emisora solicitó la instalación de interruptores de programación, telecontrolados por la señal del SAS. Es así como una señal ululante de alerta sísmica sustituye automáticamente un programa de radio durante 60 segundos. El aviso inicia con el tono característico y el mensaje cíclico “alerta sísmica, alerta sísmica”, después regresa al programa de radio interrumpido. El aviso puede ser escuchado por la audiencia en ese instante y después. De acuerdo con la importancia del sismo, la emisora podrá informar sobre sus características, las acciones de protección y la descripción de los daños causados.

Transporte subterráneo.- El METRO de la Ciudad de México usa los avisos del SAS desde 1992. La central de control ordena a los trenes la reducción de su velocidad, parar en la estación siguiente y abrir las puertas. El riesgo de pánico entre los usuarios no entrenados, se reduce sin informar la causa del paro del servicio, porque el comportamiento de las obras civiles del METRO, durante los sismos, ha sido satisfactorio. Se estima que un promedio de 400,000 personas viajan entre las 6:00 y las 10:00 horas o entre las 17:00 y las 21:00 horas.

Complejo habitacional el Rosario.- Durante el sismo de “Copala”, la señal de alerta sísmica del SAS telecontrolaba un amplificador potente de audio, instalado en una torre del multifamiliar El Rosario. El sonido cubrió a una población estimada en 10,000 personas. Este aviso permitió a los residentes de la comunidad evacuar sus departamentos. Los residentes comentan que estuvieron asustados cuando sonó la alerta, pero respondieron rápidamente cerrando el gas, apagando luces y evacuando sus viviendas, de acuerdo a los procedimientos establecidos. Existen vecinos designados específicamente para dirigir a las personas por las rutas de evacuación designadas. No hubo reportes de pánico o acciones asociadas con el miedo extremo.

Otros.- Algunos usuarios del SAS son organizaciones de emergencia, como: la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, La Dirección General de Protección Civil del Estado de México, la Cruz Roja Mexicana, el Centro Nacional de Prevención de Desastres CENAPRED, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y el Estado Mayor de la Defensa Nacional, oficinas del Gobierno, edificios públicos, escuelas privadas, universidades y domicilios del personal técnico del CIRES. Se estima que 9,000 personas fueron alertadas en este rubro.

 

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