Modelación de la vulnerabilidad

En la vulnerabilidad se cuantifica el daño causado en cada tipo de activo por la ocurrencia de un evento de cierta intensidad (Miranda, 1999). En el caso de edificaciones, la clasificación de los activos se basa en la combinación de los materiales de construcción, el tipo de edificio (es decir, la combinación de muros y cubiertas), el uso del edificio, el número de pisos y la edad. En el caso de carreteras, se elaboraron funciones de vulnerabilidad en función del tipo de material construido.

La estimación del daño se mide en términos del nivel de daño medio, que es la relación entre el costo de reparación esperado y el costo de reemplazo de la estructura. Una curva de vulnerabilidad se puede obtener de relacionar el nivel de daño medio y la intensidad sísmica, que puede ser expresada en términos, en el caso de sismo, de la aceleración máxima y aceleración espectral; en el de viento, de la velocidad máxima del viento, y en el de inundación, en función del tirante que se presente en cada sitio. Dado un valor de intensidad sísmica, el valor esperado de daño de la estructura se calcula de acuerdo a Miranda (1999). Se pueden definir curvas de vulnerabilidad específicas para el costo de los contenidos del edificio y para la interrupción de la producción. En la figura 6 se presenta, por razones de espacio, un ejemplo de las funciones de vulnerabilidad para el sector salud por sismo (figura 6a), viento (figura 6b) e inundación (figura 6c). En el caso de las funciones de vulnerabilidad de inundación, no se consideran los daños provocados por socavación, falta de resistencia por reblandecimiento del suelo o deficiencia de la cimentación, que pueden producir el colapso de las estructuras.

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Figura 6. Funciones de vulnerabilidad para el sector salud: a) Sismo, b) Viento y c) Inundación

Modelación de evaluación de pérdidas

Para calcular las pérdidas, la tasa de daño obtenida en la modelación de la vulnerabilidad se transforma en pérdidas económicas, multiplicando dicha tasa por el valor en riesgo. Este cálculo se realiza para cada tipo de activo en cada sitio. Las pérdidas pueden ser agregadas como se requiera (Ordaz et al., 1999; Ordaz, 2000). Las medidas de riesgo obtenidas por el modelo, es la pérdida anual promedio y la curva de excedencia de pérdidas. La pérdida anual promedio (PAP) es la pérdida anual esperada. Matemáticamente, la PAP es la suma de los productos de las pérdidas esperadas para todos los eventos estocásticos considerados en los modelos de pérdida. En términos probabilistas la PAP es la esperanza matemática de la pérdida anual.

La curva de excedencia de pérdida (CEP) representa la frecuencia anual con la cual una pérdida de una cantidad monetaria específica puede ser excedida. Ésta es la medida de riesgo catastrófico más importante para los encargados del riesgo, dado que estima la cantidad de fondos requeridos para alcanzar los objetivos de la gestión del riesgo. La CEP se puede calcular para el mayor evento en un año o para todos los eventos (en forma acumulativa) en un año. En la figura 7 se presentan resultados de CEP para la infraestructura del país, para sismo (figura 7a) e inundación (figura 7b). Se puede observar que las CEP para sismo son mayores que las CEP para huracán en la infraestructura del país.


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Figura 7. Curva de excedencia de pérdida para la infraestructura en México: a) Sismo y b) Huracán

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