Los fenómenos geológicos llaman poderosamente nuestra atención y si son devastadores provocan nuestro respeto y solidaridad, aún tratándose de una noticia que llega del otro lado del mundo. No sólo los sismos, sino también las erupciones volcánicas, huracanes o tsunamis, que aparecen con regularidad en cualquier punto del planeta, desafían a la humanidad en su capacidad por sobrevivir. Esta capacidad se ve fortalecida por los avances de la ciencia para entender estos fenómenos y disminuir así sus efectos destructivos. La corteza de la Tierra está fraccionada en placas en constante movimiento y es precisamente esta teoría unificadora la que ha arrojado grandes avances en las ciencias de la tierra.
Debido a su ubicación geográfica, las condiciones climáticas
y geológicas con que cuenta, además de los asentamientos humanos en
zonas de gran riesgo, México es vulnerable a la aparición de fenómenos
naturales. En la memoria han quedado los efectos destructivos de los
sismos de septiembre de 1985 en el Distrito Federal y la fuerza de
los huracanes Gilberto en septiembre de 1988 en la península de Yucatán
y Paulina en octubre de 1997 en Acapulco.
El presente ejemplar de la
Revista Digital Universitaria tiene el propósito de hacer eco
de esa memoria, que corremos el peligro de perder poco a poco. Es vital
que las nuevas generaciones, en todo el mundo, sepan de la importancia
de la prevención a partir de la experiencia sufrida no sólo en
México, sino en otros países, para que a partir de la formación de
una conciencia y una cultura de la prevención, estemos mejor preparados
ante cualquier siniestro natural.
Con este tema pretendemos hacer énfasis
en la importancia de la participación de todos los sectores de
la sociedad en las acciones de prevención. A la academia le corresponde
continuar sus investigaciones sobre las explicaciones científicas y
las tecnologías que pongan en alerta a la población; a la iniciativa
privada le toca seguir de manera rigurosa las normas para la construcción
de infraestructura diversa; a las autoridades les compete la actualización de la normatividad y verificar su cumplimiento. A la sociedad en general le concierne seguir las recomendaciones de coordinación y organización en los espacios públicos, en sus lugares de trabajo y en sus hogares, además de vigilar el comportamiento de los otros actores mencionados. Sin duda, igual de importante es la cooperación internacional, ahora más que nunca en los tiempos de globalización que nos ha tocado vivir.
Julia Tagüeña Parga
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