Impacto de la Ley de Moore en los procesadores multinúcleos
Si cada núcleo que se incluye en un procesador multinúcleo
utiliza el mismo número de transistores, entre más núcleos se integren
en un mismo procesador el número de transistores se multiplicarán
en la misma proporción. Utilizando el corolario de la Ley de Moore,
podríamos predecir que el número de núcleos se duplicará cada
18 meses y dado que procesadores con dos y cuatro núcleos (dual y quad
cores) están actualmente disponibles en el mercado, querría
decir que dentro de doce años se estarían ofreciendo procesadores
con 1K (1024) núcleos por procesador.
Debido al problema de consumo de potencia y por
ende a la disipación de calor mencionados en el inicio de este
artículo, el número de transistores que representan 1K núcleos
acentuaría este problema. Suponiendo que cada núcleo consuma una
potencia de 5 watts (muy por debajo de la realidad actual), 1K
núcleos representaría un consumo global de 5K watts. Para darnos
una idea de la magnitud del problema, basta recordar que en nuestras
casas se recomienda remplazar los focos que consumen mucha energía
(de 50 ó 60 watts) por los nuevos focos ahorradores de 110 watts.
De esta forma, el problema del consumo de energía en arquitecturas
multinúcleos es también un área en donde la investigación juega
un papel muy importante.
La evolución del hardware también tiene que ser
acompañada por una investigación robusta en cuanto a la reducción
de consumo de energía. La lección aprendida en la arquitectura
de los procesadores “mono núcleo” es que la inversión en transistores
(recursos), que se haga en un procesador, debe estar sustentada
con una mejora en rendimiento en la misma proporción del porcentaje
de transistores que se requieran para alcanzar ese rendimiento.
Esto nos conduce a un replanteamiento de la arquitectura de los
procesadores, ya que el modelo de las arquitecturas de los procesadores
de hoy en día no garantiza la relación transistores-rendimiento
requerida.
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