El artículo tiene como objetivo plantear algunos de los debates
entablados por el lesbofeminismo latinoamericano a la política
postfeminista en su crítica a la centralidad del sujeto mujer,
la aparición de nuevos sujetos para el feminismo, el replanteamiento
de intereses y agendas, en un contexto donde las reglas del mercado
establecen nuevas pautas de relación social. Discusión
que será articulada en el próximo Encuentro Lésbico
Feminista Latinoamericano (ELFLAC) desde los ejes de la descolonización
tanto del pensamiento como del cuerpo lesbiano y los feminicidios como
problemáticas que vuelven los ojos hacia las mujeres como sujetos
de la geopolítica económica.
Aunque la discusión se llevará a cabo próximamente
en Guatemala, el artículo plantea algunos puntos nodales que
seguramente serán parte del Encuentro.
La Convocatoria
Con el lema “Hilando Rebeldías Lésbicas Feministas
desde la Raíz”, la ekipa (comisión organizadora)
de Guatemala nos convoca al VIII Encuentro Lésbico Feminista
Latinoamericano y del Caribe (ELFLAC) a realizarse del 9 al 13 de octubre
de este 2010. Como el anterior en Chile en 2007, éste es convocado
también, desde la autonomía. La descolonización
de nuestro cuerpo y de nuestra sexualidad; (identidades políticas,
identidades lésbicas, cuerpo lesbiano, racismo y discriminación,
entre otros); y la violencia sexual y el feminicidio en nuestros contextos
locales y regionales; son los ejes propuestos para articular la discusión.
A trece años de haberse iniciado la experiencia de reunirse
en los ELFLAC, como un espacio propio y autónomo (de otros espacios
políticos como el feminista, el homosexual, partidos políticos,
instituciones, etcétera). El movimiento lésbico latinoamericano
ha experimentado un proceso complejo y accidentado en su constitución
como sujeto social que articula una propuesta política y se
posiciona frente a un contexto regional afectado por una crisis económica
y política. En tal sentido, la descolonización y la violencia
feminicida son temas nodales en el entramado de la región latinoamericana.
Sobre todo en ésta época en que la mayoría de
los Estados, coaligados con el crimen organizado, implementan políticas
de entrega al mercado internacional y permiten que los feminicidios,
asesinatos mediante mutilaciones y torturas a mujeres jóvenes
y pobres por sólo hecho de serlo, aparezcan en diferentes países
de la región, como estrategia de imposición de una lógica
del miedo y la devastación y que recae justamente sobre los
cuerpos de las mujeres, su movilidad y su vida. Hechos que, debido
a la indiferencia del Estado y sus instituciones, fortalece la convicción
de que la vida de las mujeres históricamente carece de valor.
Ambas temáticas son de gran importancia para el movimiento lésbico
porque articula problemáticas que atañen a las lesbianas
como tales, como feministas, como mujeres y como latinoamericanas,
porque reafirma una convicción autonómica, eje fundamental
en la construcción de contra discursos a modelos y propuestas
políticas que se habían posicionado hegemónicas
en las reglas del juego de la democracia liberal buscando encontrar
la paridad en políticas de representatividad y reformas legales
y que reconocían como interlocutores válidos ya no a
las mujeres de la sociedad civil, sino al Estado y los organismos
internacionales.
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