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La minificción iberoamericana

Breve panorama de la minificción mexicana

Entrevista con la Mtra. Lucila Herrera Sánchez

Revista Digital Universitaria
  • Uno
  • Dos
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Introducción

En esta entrevista con la maestra Lucila Herrera Sánchez, profesora de lengua y literaturas hispánicas desde hace más de 25 años en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, haremos un breve recorrido por la historia del más reciente de los géneros literarios y nos hablará de su nacimiento en la literatura mexicana en la primera década del siglo XX.

Lo que llamamos minificción

¿A qué le llamamos minificción y cuáles son los aspectos que la distinguen?

Como su nombre lo indica, lo mini es lo pequeño, en este caso, lo breve. Denominaremos minificción a textos literarios que están conformados desde una línea hasta los que constituyen una cuartilla como máximo, esto es 27 renglones por una sola cara de la hoja. La mayoría de los teóricos e investigadores concuerdan con este criterio.

Otro aspecto muy importante es que el relato en cuestión sea una ficción. En este sentido cabe destacar que los estudiosos a la fecha no están de acuerdo sobre este aspecto, es decir, hay quienes consideran que cualquier brevedad dicha en prosa y con cierta gracia o elocuencia debería ser considerada una minificción y desde ese enfoque, cabría considerar minificción a cualquier minitexto pasando por las pintas en las bardas, los tuiters, las adivinanzas, los chistes ingeniosos, que cuentan más o menos una historia o no y un gran etcétera que semejaría perfectamente en un cajón de sastre. Si sólo nos orientáramos desde esta perspectiva, desdeñaríamos lo que verdaderamente es esencial en la minificción: lo que la hace literaria, el trabajo con la palabra, el rasgo poético, la inclusión de figuras poéticas más o menos logradas, la minficción sugiere y condensa significados para que el lector complete significados. En los tiempos que corren pareciera que cualquiera con más o menos ingenio y voluntad podría escribir una minificción, sin embargo, no es un ejercicio literario sencillo si se pretende que sea virtuoso y bien logrado:


La ley

Dios se disponía a fulminar a ese hombre que estaba por dispararle al tigre que estaba por saltar sobre el águila que estaba por clavar su pico en la comadreja que estaba por desgarrar la serpiente que estaba por engullir a la rata que estaba por desentrañar a la tarántula que estaba por envenenar al escarabajo que estaba por atenazar al gusano que estaba por morder la hoja.

Dios se disponía a fulminar a ese hombre pero, lleno de pánico, volteó hacia atrás (AVILÉS, 2013).



En cuanto al origen de estas formas tan breves, existen variedad de criterios. Hay quienes afirman que la minficción siempre ha estado presente en la escritura humana (en las brevedades que pueblan el folklore del mundo) y otros que sostenemos que las características y aspectos que la distinguen desde principios del siglo XX hasta la actualidad refieren a un género nuevo, un cuarto género literario que posiblemente haya derivado del cuento tradicional.


Foto: Unsplash

La minificción en el siglo XXI ha ganado una autonomía en rasgos como: la intertextualidad, su capacidad de decir mucho en una extensión muy limitada de palabras, el poder de evocar más significado que el lector activo completará, este género apela a un lector sagaz que complete los finales que generalmente quedan abiertos o están sugeridos; en ocasiones, requiere que dicho lector posea un capital cultural (alfabetización) para comprender mejor la historia presentada:


Narciso

Algunos creen que, si hubiera conocido los espejos, Narciso no se habría ahogado. Yo creo que tenía fuertes tendencias destructivas, y que con espejos o sin ellos hubiera logrado sus propósitos suicidas. La historia esa, de que se enamoró de su propia imagen, de la ninfa Eco, y que patatín, y que patatán es un invento de sus parientes para ocultar la verdad. Porque los suicidas deshonran a las familia, pero los mitos las enaltecen (MOGABURU, 2009).



¿Cuál es la diferencia entre una minificción y un cuento tradicional?

Muchas minificciones surgen del cuento tradicional, de hecho, se sirven de la base de una historia que se cuenta para sintetizar y condensar (elidir, sobre entender lo que se narra), en ambos tipos literarios hay una acción que le sucede a alguien, se refiere a una historia o anécdota. Los buenos escritores de minificción entienden la necesidad de decir poco para que el lector complete la historia, tienen a su alcance una gran cantidad de recursos (mencionados arriba) que ponen en juego y crear esa sensación de releer lo mismo, pero desde otro lado. Muchas minificciones dan una vuelta de tuerca al sentido tradicional de una historia, en síntesis, no sólo radica en la brevedad si no en la manera de contarlo, en las palabras que se emplean. Hablar de este género multifacético es fascinante por inasible y complejo:


Había una vez...una

Había una vez. Una, porque "dos veces" sería una historia repetitiva.
Un rey. Uno, porque dos sería la guerra.
Quien estaba casado con una reina. Una, porque dos sería un drama.
Ellos tenían una hija princesa. Una, porque dos sería un lío.
La que estaba enamorada de un caballero. Uno, porque dos sería telenovela.
Al que le pusieron la condición de matar al dragón. Uno, porque dos sería labor titánica.
El héroe tuvo una idea. Una, porque dos sería mucho pedirle.
La de usar una espada mágica única. Una, porrque el dragón no era gato.
Entonces se realizó la boda. Una, porque doque dos ya no la haría única.
Con la que le quitó la vida al dragón. Una, pos sería bigamia.
Y vivieron felices para siempre. Uno, porque dos "siempres" sería algo así como dos infinitos (aunque sí ocurrió que los dos fueron felices).
Fin. Uno, porque dos finales sería complicado (UGALDE, 2013).



¿Quiénes leen minificciones y es más fácil o no que un cuento tradicional?

La respuesta no es sencilla. Todos leen minificciones hoy en día, lo pueden hacer a través de sus dispositivos electrónicos, en las antologías que circulan, en la red, que está llena de textos breves, me parece que el auge de la minificción es lo que justifica que un número de esta revista tan importante dedique un monográfico para echar una ojeada seria a lo que pasa en el campo de las expresiones breves no sólo cotidianas, sino también académicas. En cuanto a la lectura, a veces es más complejo entender una minificción que un cuento tradicional, depende mucho del lector y de lo bien escrita que esté la minificción. Siempre hay factores externos que pueden facilitar esa comprensión (que no deben desestimarse) pero el lector es quien lleva la parte preponderante.

La minificción en México

La minificción en México, una breve semblanza.

Los estudiosos de la literatura tenemos la tendencia de organizar el material de los autores o las producciones literarias por épocas y de maneras cronológicas, así se nos enseñó (o lo intentó la academia). Por ejemplo, identificar qué "caracteriza" a los los periodos o cómo se consignan los acontecimientos relevantes del saber literario.

En cuanto a la minificción mexicana se refiere, resultaría absolutamente descabellado el intentar poner una "camisa de fuerza" a la tradición literaria que sugiere un orden cronológico. En el siglo XIX, la figura destacada del modernista Amado Nervo y su poética "La brevedad", intenta establecer un punto de partida, el probable (incierto) punto de despegue de la brevedad en México, pero no tendríamos porque estar en total acuerdo. Insisto, no se puede (ni debe, por la misma naturaleza del género) hacer una historiografía del fenómeno minificcional sin caer en lo absolutamente artificial y podría confundir mucho a un lector poco conocedor.

A lo largo de la evolución del género de la minificción o del microrrelato mexicano hay momentos, escritores, ediciones, publicaciones, pero no necesariamente cronologías. Lo más conveniente sería realizar una aproximación metodológica por secuencias, definición de principios y momentos literarios y no como se ha venido haciendo hasta ahora; esta es una tarea pendiente para los interesados en el género en México.


Foto: TBIT

¿Cuáles son esos momentos destacables y sobresalientes en la minificción mexicana?

Me parece esencialmente que están alrededor de escritores muy importantes y sus publicaciones. Arriba mencioné el punto de partida modernista en la figura de Nervo, quien escribió soberbias brevedades y auguró la posibilidad de que ésta sería la forma de expresión literaria privilegiada en el futuro y no se equivocó en su vaticinio.

En la primera década del siglo XX, están las figuras destacadas del Ateneo de la Juventud: Julio Torri y Alfonso Reyes. Sin embargo, Torri, con su obra Ensayos y poemas, de 1917, en la cual se ve un trabajo de la prosa mucho más consciente, atento y acabado. El próximo año los minificcionistas mexicanos celebraremos los cien años de la obra que fue punto de partida, como ser verá, hay mucho por hacer y la minificción es muy joven aún.

A mediados del siglo XX, las figuras destacadas de Juan José Arreola, con textos como Cantos de mal dolor o Doxografías, Augusto Monterroso La oveja negra y La letra se destacan entre las más reconocidas a nivel mundial. Ambos escritores mexicanos habían sido valorados desde la perspectiva cuentística, pero no como minificcionistas, y estudios recientes los ubican como representantes de la minificción contemporánea.

En la década de los sesentas, el escritor y editor Edmundo Valadés creó la publicación El cuento. Revista de la imaginación y en sus páginas fue donde se dio a conocer por primera vez el término minficción. La importancia de esta publicación es capital para entender la consolidación del género. Valadés promovía, a través de secciones fijas en la revista, la creación de brevedades que lograba insertar con mucho éxito en espacios pequeños dentro de la revista. Asimismo, se ocupó en orientar a los lectores-escritores sobre el tono y las características que debían tener sus textos. Gracias a esta la revista, muchos escritores de diversos países de América Latina, hoy canónicos de la minficción, pudieron publicar sus primeros minitextos: Marco Denevi, Ana María Shua, Mariana Frenk, entre muchísimos otros.

En 1986 Dolores Koch en su tesis doctoral El micro-relato en Arreola, Torri, Monterroso y René Aviles Fabila abrió la puerta a los académicos y acercó a los interesados en apreciar las características de este género singular, y es a partir de este trabajo, y de los realizados por el lingüista David Lagmanovich en Argentina, que comienzan a llevarse a cabo foros de discusión, entre países, encuentros y aproximaciones al género. En 1998 Lauro Zavala, el estudioso de la minificción mexicana por excelencia, realizó el Primer Encuentro Internacional de Minificción y a la fecha se han llevado a cabo nueve encuentros internacionales en diferentes partes del mundo con resultados sorprendentes, ya que estas sesiones convocan no sólo a investigadores, sino también a creadores y a editoriales sólo de minificciones. Precisamente por sus características proteicas, lúdicas y de fomento a la lectura, la minificción se antoja como un género de prueba y experimentación, de ahí que haya posibilidad de aproximación a sus estudio desde las diversas artes: cinematográficas, imágenes (ecfrasis), microteatro (representaciones instantáneas), etcétera.

Por último, hay que mencionar que cada rincón de nuestra República Mexicana está distinguido por un grupo de escritores minificcionistas destacados. Entre los estados que más se han preocupado por la difusión del género se encuentran el Estado de México, Puebla, Hidalgo y la zona norte del país.

Actualmente se puede acceder, a través de la página electrónica El cuento en Red, entre otras, a la lectura de estudios, minificciones y proyectos en torno al tema. fin

Bibliografía

AVILÉS, Edgar Omar. No respiramos: inflamos fantasmas. México: La Hormiga Iracunda, 2013.

MOGABURU, María Inés, “Narciso” en Por favor, sea breve 2 (compilación de Clara Obligado). Madrid: Páginas de Espuma, 2009.

UGALDE, Héctor, “Había una vez...una” en Alebrije de palabras. México: BUAP, 2013.


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2016 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
RDU, "Breve panorama de la minificción mexicana. Entrevista con la Mtra. Lucila Herrera Sánchez", Revista Digital Universitaria, 1 de julio de 2016, Vol. 17, Núm. 7. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.17/num7/art53/index.html> ISSN: 1607-6079.

Breve panorama de la minificción mexicana. Entrevista con la Mtra. Lucila Herrera Sánchez

Revista Digital Universitaria

En esta entrevista con la maestra Lucila Herrera Sánchez, profesora de lengua y literaturas hispánicas desde hace más de 25 años en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, haremos un breve recorrido por la historia del más reciente de los géneros literarios y nos hablará de su nacimiento en la literatura mexicana en la primera década del siglo XX.

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