El pintor, grabador y escultor Alfredo Zalce afirma que realmente lo que pone a uno en su lugar es la posteridad. Dice que cuando él tenía 2 ó 3 años, durante la Revolución, vivía en Tacubaya. Recuerda que cuando salía de la escuela, en la noche, bajaban de Cuajimalpa los zapatistas para pelear contra las tropas de Victoriano Huerta. Entonces "amanecía lleno de muertos y yo los brincaba en la banqueta de camino a mi casa. Había un lugar muy interesante, una pequeña calle por donde tenía que pasar para ir a la escuela, donde había puras accesorias, como doce, de puros zapateros. A veces uno empezaba a chiflar una canción y toda la calle chiflaba. Parecía una jaula de pájaros preciosos. Me detenía a oírlos y hasta que acababan echaba la carrera para la escuela".Un día, al salir de su casa, se encontró con un cadáver en la calle de Cipreses, "todo sangrado, una cosa terrible". Vestido con "pecheritas" de encaje y el cabello hasta los hombros, como ataviaban a los niños en esa época, Alfredo Zalce se detuvo a contemplarlo. Cuando estaba atento a las moscas que le entraban y salían "al muerto" por la nariz y las orejas, levantó la mirada para darse cuenta que del otro lado de la calle se acercaban sus padres. "Después de darme unas cuantas nalgadas, me mandaron a la escuela". Un amigo suyo le dice que desde "allí se vé la inquietud del pintor que se interesa por todo".

El universo de su obra está compuesto por dibujos a tinta y lápiz, pintura mural y de caballete, gráfica y tallado en madera, así como trabajo en metal, que realiza en diversos materiales, técnicas de reproducción fotográfica, relieves en aluminio fundido, batik, cerámica y orfebrería.El universo de su obra está compuesto por dibujos a tinta y lápiz, pintura mural y de caballete, gráfica y tallado en madera, así como trabajo en metal, que realiza en diversos materiales, técnicas de reproducción fotográfica, relieves en aluminio fundido, batik, cerámica y orfebrería.Alfredo Zalce fue fundador de escuelas de artes plásticas, así como grabador e ilustrador de publicaciones pedagógicas y de carácter social. Es socio fundador de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios en 1933, así como miembro del Taller de la Gráfica Popular. Su obra forma parte del acervo de diversos museos nacionales y extranjeros.

En 1979, el gobierno de Michoacán creó el Premio de Artes Plásticas Alfredo Zalce, como un homenaje al artista nacido en Pátzcuaro, Michoacán, en 1908.En la escuela primaria, el niño que dibuja mejor lo pasan "al pizarrón a que le dibuje al maestro los mapas o las cosas de anatomía o flores, que es un estímulo para el alumno". Así fue para él. "Dibujaba más que mis compañeros y me gustaba. Así fue como empecé. Esos son los primeros recuerdos que tengo de mi infancia". Se inscribió en Bellas Artes. Estudiaba por las mañanas y por las tardes trabajaba como fotógrafo. Tomó clases en la preparatoria, "no todas, pero algunas sí y todas las veía en la escuela. Así es como pude trabajar".Cuenta que en su familia eran tres hermanos. El era el mayor y se hizo de responsabilidad cuando murió su padre, porque tenía entonces que ayudar a su madre. Dice que tuvo que posponer todo, pues a él le "tocó la parte dura porque era el mayor y no querían que estudiara pintura". Sus familiares veían la pintura como una diversión y refiere que no estaba la cosa como para que se estuviera divirtiendo. Tenía que estudiar y trabajar.

En Bellas Artes estudió cuatro años.Rememora que cuando terminó la Revolución, Obregón fue presidente. Este designó a José Vasconcelos Secretario de Educación, quien se dio cuenta de que se estaba tomando un país que no sabía leer. De inmediato improvisó maestros rurales y creó la escuela rural. Simultáneamente, se dio cuenta de la pobreza existente en el país, por lo que creó un grupo para adelantar el nivel cultural de los maestros rurales. A estos grupos de maestros se les denominó misiones culturales.

Alfredo Zalce tiene presente una ocasión que Diego Rivera regresaba de la Unión Siviética, quien entonces contó cuáles eran las obligaciones de los estudiantes de pintura. Decía que al saber pintar, después de un entrenamiento de tres o cuatro años, los pintores tenían que irse a las provincias, "ya armados con varias cosas de lo que tenían que hacer". Cuando se enteró cómo trabajaban esas misiones, quiso entrar en ellas, "porque era una cosa parecida a lo que se había hecho en Rusia". Se trabajaba en un seminario con un grupo de 100 a 200 maestros.Cada maestro en su ramo entraba en contacto con la comunidad. Manifiesta que ese era un trabajo muy interesante, porque se tenía la oportunidad de involucrarse en los problemas del pueblo donde se hallaban. La estancia era de uno o dos meses en cada pueblo. Esa época fue muy difícil, agrega, pues esta adversidad fue resultado de la guerra cristera que había terminado en el centro de la República. Evoca que después el presidente Calles hizo unas escuelas que llamaban de educación socialista. Con esto "se volvió a encender la parte más reaccionaria de la iglesia y armaron otra vez a los campesinos, diciendo que (en opinión de personas fanáticas e ignorantes) era algo que no podían tolerar: que el maestro y la maestra enseñaran prácticamente la educación socialista a los niños. Decían que era una cosa horrible que no podían permitirles.

El primer sitio donde tenía que trabajar fue Zacatecas. Se enteró que allí habían muerto 22 maesros el año anterior a su llegada. En ese ambiente se disponía a trabajar, pero no lo pudo hacer. El y algunos de sus compañeros tuvieron que cambiarse a otro lugar, por el temor de que llegaran los cristeros. "Andábamos así a salto de mata. En esas condiciones, sólo cuando se es joven se puede trabajar. Algunos compañeros se salieron porque ya no podían estar en esas andanzas".Alfredo Zalce opina que la "guerra se formó para neutralizar la campaña tan fuerte que había en todos los periódicos de México en favor de Alemania, la de Hitler, quien tomó el poder en 1934. La Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios tenía el objetivo de dar a conocer a la gente lo qué era el nazismo, por la situación difícil que se vívía". En Chiapas, agrega, se habían descubierto campos de aterrizaje para los aviones de los cafetaleros alemanes que estaban en Chiapas y Guatemala, quienes se preparaban para la guerra. "Los periódicos estaban en favor de Hitler porque se pensaba que probablemente tenía una ideología muy especial, a pesar de que se sabía que el nazismo no era bueno". Con la finalidad de aclarar lo que era el nazismo, se hicieron revistas y conferencias. La Liga de Escritores y Artista Revolucionarios estaba formada por varias secciones de maestros: música, artes plásticas, ciencia y literatura, en las que trabajaban para editar la revista de la LEAR.Recuerda que en compañía de Leopoldo Méndez y Pablo Gil, caminaba por el monumento a la Revolución. Se encontraron con José Clemente Orozco, a quien Leopoldo y Pablo invitaron "a que nos visitara al taller. Orozco era una persona muy difícil porque decía que en cualquier reunión alguien tiene que llevar la contraria, porque si no, es muy aburrida la conversación, y él era siempre el de la contraria". A la pregunta de ¿y para qué quieren que vaya?, le contestaron que "para que veas nuestras cosas y nos digas algo". Enseguida Orozco replicó: "no, muchachos, están mal ustedes. ¿A poco un torero le pregunta a otro torero?: Oye, ¿cómo toreo?". Diciendo esto, dio unos pasos de toreo e insistió: "nadie le anda preguntando nada a nadie. No le crean tampoco a los críticos. Vean a los críticos con el ejemplo de los toros. Lo que deben pensar es que lo que hagan le guste a la gente". Alfredo Zalce dice que, sin embargo, Orozco fue al taller, donde "estuvo platicando con nosotros y fue diferente".El hombre es lo que vive, dice Alfredo Zalce: no es lo mismo los pintores de moda, que un pintor que se retira y se pone a estudiar y trabajar. "Al pintor le motivan los colores, la forma y todo eso, pero (en su obra) se refleja la vida que lleva". Opina que de esta forma la gente puede encontrar belleza en todo, en cualquier cosa que haga y hacerla con gusto. "Esas gentes que todo lo critican y siempre están de mal humor, es porque no están satisfechos con la vida ni con nada de ellos".Explica que los pintores son personas privilegiadas: "si en lugar de pintor fuera cantante, pues a cierta edad se acaba la voz. Si bailarín, tampoco. Una mujer bailando a los 75 años, pues es trágico. Para un pintor además hay belleza en un niño, un adolescente, una persona madura, y en un anciano la puede haber también. Valemos más muertos que vivos".

Debido a que nunca fue del interés de Alfredo Zalce el tener fama, toda su vida ha estado alejado de la publicidad. En dos ocasiones ha rechazado el Premio Nacional de Arte, por considerar que deben dárselo a alguien que sí lo merezca.Alfredo Zalce se refiere a Vincent Van Gogh: "no vendió un solo cuadro en su vida porque no le interesaba la propaganda. Sus compañeros le reconocían su mérito como artista. No es cierto que no lo conocieran. Lo que sucedió es que a él no le interesaba eso. Lo que quería era pintar nada más. Murió realmente de hambre y enfermo. Su hermano lo sostenía, y muy pobremente, porque se dedicaba a vender libros. Era muy pobre y el único que lo ayudaba. En su soledad, a Van Gogh le dijo una prostituta que tenía muy bonitas orejas. Pues se cortó la oreja y se la regaló, porque nadie le había echado una flor en su vida. Era una soledad terrible"."Después de vivir tantos años, hay muchas cosas que contar: vicios y privilegios de un viejo, de hablar del pasado", finaliza el maestro Alfredo Zalce.Con el apoyo de la Unidad de Televisión Educativa de la SEP.

Dirección General de Servicios de Cómputo Académico-UNAM
Ciudad Universitaria, México D.F.