31 de enero de 2004, Vol. 5, No. 1 ISSN: 1607-6079
[contenidos de RDU...] [Ver ejemplares anteriores de RDU...] [Volver a la portada de RDU] [Busca en los archivos de RDU] [Recomienda RDU a un amigo] [Vínculos]

 

 

 

Eisner (1990) señala que los paradigmas tienen implicaciones diversas en el campo de la educación. Tomando esto como premisa se exponen a continuación algunas de las implicaciones paradigmáticas en el currículum escolar, las metas educativas, la investigación y el profesor como investigador.

EN EL CURRÍCULUM ESCOLAR

Lo que es enseñado es solamente un aspecto de las consecuencias prácticas de los nuevos paradigmas en educación, otro es cómo organizamos lo que enseñamos.

La perspectiva de un currículum neutral, objetivo, ajeno a los valores de una cultura, y organizado como una compilación de disciplinas fragmentadas e independientes obedece a un paradigma positivista. Mientras que la perspectiva de un currículum que se enmarca alrededor de múltiples realidades y visiones que pretenden que los alumnos vean el mundo a través de diversos lentes obedece a los paradigmas alternativos.

El currículo está circundado por la cultura a la que responde ya sea en forma explicita (el contenido a ser enseñado) e implícito (las estructuras de la escuela). Sin embargo, en su mayoría, este se encuentra construido en el marco de la tradición europea-americana, caracterizada por separar la cultura del currículo y percibida generalmente como neutral y universal. De esta manera el típico currículo trabaja para “desculturizar”.

Green (1993) indica que el ver la cultura como un marco que da la coherencia del currículo es pensarla como una estructura que permite a los alumnos ver el mundo a través de diversas perspectivas “o a través de los ojos de otros”. Al aprender a ver a través de múltiples perspectivas, los alumnos podrían ser auxiliados a construir puentes entre ellos mismos, y atender a un rango de historias humanas que ellos mismos provocarían.

Con respecto a las disciplinas escolares, Eisner (1990) señala que aunque la literatura, artes visuales, música, historia, teatro y danza, así como las matemáticas, son reconocidas como cognitivas, en la práctica esto no sucede ya que por ejemplo las artes son colocadas al margen del currículum escolar. Además, estas materias no se incluyen en los exámenes de admisión a las universidades. Este proceder corresponde a un enfoque positivista porque concede la primacía a las ciencias y a las matemáticas en detrimento de las humanidades.

Kincheloe (1991) indica que los investigadores de línea crítica han encontrado conexiones entre lo patriarcal y el liderazgo educativo etnocentrista por un lado, y por el otro, las definiciones de lo clásico. Lo anterior excluye las contribuciones de las mujeres, minorías, la literatura, las artes y la música del currículum.

[pagina siguiente]

[pagina de inicio]
[introduccion]
[tres preguntas basicas a los paradigmas]
[conclusiones]
[bibliografia]