Aprendizaje en línea

Hoy en día el uso del Tecnologías de Interconexión y comunicación (TICs) está ampliamente extendido en nuestra vida diaria. Todos podemos atestiguar las ventajas de los cajeros automáticos, las tarjetas de crédito y de débito, el uso de los códigos de barras y los verificadores de precio, los estéreos que tocan CDs y archivos mp3, el uso de los DVD, las cámaras de fotografía y vídeo digital, el uso de los PoketPC y las PDA, los radio localizadores y el uso de la telefonía celular, el correo electrónico, las páginas comerciales y personales en web, las compras por internet, el intercambio de archivos, entre otras muchos aparatos y aplicaciones que podemos vincular con el avance tecnológico de las TICS.

Y: ¿Qué hay respecto del impacto de las TICs en la educación? En realidad las tareas que podemos enumerar son mucho menores a las que ya citábamos para nuestra vida diaria. Podemos plantear las considerables ventajas de escribir en un procesador de textos frente a una máquina de escribir mecánica o las ventajas de usar las hojas de cálculo para analizar y graficar los datos. Pero el cambio más significativo fue tener acceso a la Internet, el uso del correo electrónico, Gopher, Talk y la WWW.

El caso de la aceptación de las computadoras no fue diferente al de los otros medios electrónicos, particularmente la radio y la televisión, "cuando una tecnología se generaliza... se extiende a todos los ámbitos de la sociedad, incluida la educación" (Collins, 1998). Con el paso del tiempo, el uso extendido y común de las TICs y la presión diaria existente del entorno para que estas tecnologías se usen en la escuela sus actores han transformado su postura frente a los posibles usos. La presión cotidiana le da “autenticidad” a los ojos de estudiantes y profesores, estas tecnologías representan en el imaginario de alumnos y docentes las posibilidades de uso que las TICs pueden ofrecer en la educación.

Así que cuestionar hoy las ventajas que ofrecen o pueden ofrecer las TICs en los entornos académicos parece ya rebasado, las preocupaciones respecto a la "sustitución del docente" por agentes inteligentes se desvanecieron (por lo menos en lo que estos agentes se hacen más inteligentes) y en cambio ahora existe una creciente aceptación del uso de las computadoras en el aula hasta tal punto que parecería ser una herramienta indispensable para el proceso de enseñanza de algunas asignaturas en las universidades.

Collins (1998) distingue por lo menos cinco posibles usos del cómputo en la educación.