10 de junio de 2004 Vol. 5, No. 5 ISSN: 1607 - 6079

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Pregón Taurino

Carlos Fuentes, con su reconocida maestría narrativa, entrelaza memoria, sabiduría historia y estilo, en su pregón, pronunciado la “semana mayor”, precisamente el 20 de abril de año pasado, en el teatro Lope de Vega de Sevilla. Un fugaz y ordenado recorrido, como lo exigen las leyes de la retórica, pasión contenida -y desbordada al final-, para tratar de develar los orígenes físicos y metafísicos de la “lidia de castas”, de la “fiesta y el rito”.

Todo empieza en la memoria de la primera corrida (“Vida y muerte, eso vi aquella tarde de mi primera corrida viendo lidiar a Manolete en México”), que lo lleva a un a disquisición acerca del toreo en México, desde su establecimiento oficial el 13 de agosto de 1529; anécdotas, historias y nombres se acumulan: Alfonso García Bravo, Antonio de Mendoza, Bernardo Gaviño, Ponciano Díaz (“el primer gran matador mexicano… diestro….con gran bigote prezapatista”), Rodolfo Gaona, el Califa de León, Fermín Espinosa Armillita, Silverio Pérez, el Faraón de Texcoco, Carlos Arrunza (“chilango de la mera capital, pero sobrino del enorme poeta español del exilio León Felipe”) para terminar, en perfecta lógica heracliteana, con Manuel Rodríguez, Manolete, (“el hereje…el que escoge”).