10 de agosto de 2004 Vol. 5, No. 7 ISSN: 1607 - 6079
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La presencia humana

Se han identificado evidencias de la presencia humana desde épocas remotas, en algunas regiones del área maya. Instrumentos elaborados en piedra nos muestran los inicios de la colonización, que corresponden a una época muy prolongada denominada Periodo Lítico, entre los 30,000 y 7,000 a. C. Este tipo de ocupación se ha localizado en, al menos, cuatro localidades del territorio maya: Los Tapiales en el altiplano occidental de Guatemala, con fechamiento del rango de 9,000 años antes del presente; la cueva de Santa Marta, en el estado de Chiapas; la cueva de Loltún, en las planicies del norte de Yucatán, con restos arqueológicos que se remontan al último periodo glacial y, en territorio beliceño, en Ladyville, cerca de la ciudad de Belice, se han encontrado puntas de proyectil similares, a las de la cultura Clovis de Norteamérica, con fechas contemporáneas a las de Los Tapiales, Guatemala. Debe tratarse de campamentos de cazadores recolectores, cuya subsistencia se relacionaba con la cacería de megafauna del Pleistoceno.

Posteriormente, entre 7,000 y 2,000 a. C., en lo que se ha denominado Periodo Arcaico, los grandes animales han desaparecido, como resultado del calentamiento global. La vida nómada del periodo anterior es substituida por un modo de vida más sedentario, en el que se partía de un campamento base en busca de alimentos; la pesca y la recolección de moluscos tuvieron un papel importante en la subsistencia de los grupos humanos que habitaron cerca de las costas. Estos asentamientos, más o menos permanentes, se reconocen por los grandes conglomerados de conchas llamados concheros. En este periodo se dan los inicios de la domesticación de algunos vegetales que más adelante constituirán la base de la dieta mesoamericana, como el maíz, el frijol, la calabaza, el chile y el aguacate, entre otros. Especialmente, la cueva de Santa Marta presenta cinco estratos sucesivos fechados entre 7,600 y 4,000 a. C. Las puntas de proyectil de la costa de Belice nos hablan de la presencia humana en las tierras bajas del área maya desde la época precerámica.

Más adelante, después de 2,000 a. C., se inicia el Periodo Preclásico que ha sido dividido en tres subperiodos: Temprano o Inferior, Medio y Tardío o Superior; este último se prolongó hasta el siglo IV de nuestra era. El Preclásico Temprano se caracteriza por la adopción definitiva de la agricultura, la forma de vida sedentaria y la invención de la cerámica.

Existen evidencias de plataformas bajas o de poca altura en el sitio de Cuello, en Belice. Otros sitios con ocupación de la época se han identificado en Maní y la cueva de Loltún, en Yucatán; en Altamira, Chiapas; Salinas la Blanca y Ocós, en la costa del Pacífico de Guatemala. Entre los años 1000 y 600 a.C. se inician asentamientos incipientes en Ceibal y Altar de Sacrificios, en las tierras bajas del Petén. Cabe mencionar que durante esta época son evidentes los contactos con el área metropolitana olmeca y éstos redundarán en el desarrollo ulterior de la civilización maya.

Periodo Preclásico Medio               • Clásico Terminal

Clásico Temprano (300-600 D.C.)               • Periodo Posclásico

Clásico Tardío                • Posclásico Tardío

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