10 de septiembre de 2004 Vol. 5, No. 7 ISSN: 1607 - 6079
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El Proslogion de San Anselmo y el cómputo de la divinidad

En el capítulo tercero de su libro, José Galaviz Casas, hace esta interesante síntesis del Ars magna de Raimundo Lulio, el llamado doctor illuminatus: "El objetivo era automatizar el razonamiento, tratarlo como si fuese una operación aritmética donde dado un problema hay un procedimiento sistemático que lo resuelve y siempre lo hace de la misma forma: un algoritmo". La obra de Raimundo Lulio sólo es el colofón de una tendencia constante en toda la Edad media: la pasión (a veces enfermiza) a la lógica, que logró importantes avances y pervive en un cierto olvido. Esta realidad nos hace cuestionar la afirmación del autor sobre que "mientras Europa se sumía en la ignorancia y el subdesarrollo cultural olvidando la herencia griega y romana, los árabes se encargaron de rescatarla".

En la Europa medieval ciertamente hubo una ceguera, si no desdén, a las aportaciones culturales de los árabes. Sin embargo hay excepciones, como bien lo apunta el mismo autor al hablar de Silvestre II (o Gilberto de Aurillac, el primer francés en ocupar la Santa sede) y Adelardo de Bath, traductor del libro de Al-Khowarizmi del árabe al latín. Acotemos a este respecto simplemente un ejemplo un tanto anacrónico, y producto vivo de la fantasía cervantina: El Quijote fue escrito originalmente en árabe y lo único que el autor (Cervantes) hace en su obra es traducirlo al castellano.

Una muestra de este desarrollo de la lógica en el medioevo es el Proslogion de San Anselmo de Bec (1033-1109) obispo de Canterbury. El argumento que el lector está a punto de leer fue irrefutable durante más de siete siglos, hasta el advenimiento de Kant; Descartes y Hegel lo aprovecharon de una manera crítica. El Proslogion desarrollaba tres argumentos para demostrar a los indoctos-no creyentes (insipiens en el original latino)- la existencia de Dios. Traducimos directamente del latín el primer argumento, utilizando la Patrología de Migne (hay traducción al español del libro completo en la Biblioteca de autores cristianos o B.A.C). Recuerde únicamente el lector, que dada la efectividad del argumento, el simple hecho de leerlo lo convierte en un creyente.

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La simbiosis de la era moderna: hombre y computación