10 de octubre de 2004 Vol. 5, No. 9 ISSN: 1607 - 6079    
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Cara y cruz de una ciudad
Rosario Camus
Octubre, 2004

Con los ojos de un oaxaqueño

Cara y Cruz de una Ciudad, es un libro que conjunta a dos grandes oaxaqueños: Don Andrés Henestrosa, escritor y a Blanca Charolet, fotógrafa, ambos radicados en la ciudad de México.

El libro tiene la particularidad de plasmar dos lenguajes de una manera singular, la palabra de Henestrosa y las imágenes de Charolet. La edición de esta obra está realizada por Miguel Ángel Porrúa, librero-editor. Por acuerdo de la II Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, se edita después de haberle sido otorgada la Medalla al Mérito Ciudadano, en 2001 a Don Andrés Henestrosa.

La ciudad y las transformaciones percibidas por Don Andrés Henestrosa son descritas con pasión, acuciosidad, sentido, nostalgia y erudición. En más de un centenar de artículos, de 1939 a 2001, que componen la obra, recrea el tiempo y el espacio de la ciudad de México, a través un proceso de conocimiento profundo, vivido desde su llegada a esta ciudad.

En los textos imprime su sentir de hombre indígena en la ciudad y su propia transformación en ciudadano de la gran urbe. Nos conduce por las calles del Centro, la Plaza de Santo Domingo, edificios coloniales, Mixcoac, Xochimilco y Tacubaya. Parques, jardines, y monumentos. Nos presenta a personajes de la Conquista y la Colonia, del México Moderno y Contemporáneo. Cronistas, viajeros, escritores y poetas. Oficios y costumbres. Nos produce gozo con el entusiasmo que refiere por los libros y libreros de lance. Apunta, también, la pobreza y riqueza que produce la gran ciudad, se conduele de sus habitantes marginados del desarrollo.

La intervención de Blanca Charolet en la ilustración del libro, hace que éste sea redondo, único. La maestría con la que Charolet desliza las imágenes es exacta. Atrapa y exalta la ciudad narrada por Henestrosa. Selecciona del texto la palabra, la metáfora más significativa, le da forma, la encuadra, la ilumina. Ahí donde nadie ve, mira u observa, está la lente de Blanca Charolet para metamorfosear el texto en arte visual.

El reto de Blanca Charolet fue el tiempo y las transformaciones que conlleva. Resolver el contenido de los textos escritos desde 1939 e ilustrarlos con imágenes realizadas, la mayoría de ellas en 2001, en un periodo de ocho semanas de trabajo. Durante ese tiempo, llevó a cabo la lectura de los textos, la creación y ejecución de la obra. Cabe mencionar que también, recurrió cuando fue pertinente, a su vasto archivo fotográfico.

Por otro lado, experimentó el cambio en el uso de la tecnología fotográfica. De lo análogo a lo digital; de la película a la tarjeta. De tal manera, que las imágenes que nos presenta están realizadas con ambos recursos tecnológicos; este trabajo fue una experiencia que acrecienta su amor por la ciudad, la vive hoy de una manera distinta y nos la hace vivir de manera cualitativamente diferente.


Agradecemos el apoyo brindado para la realización de esta reseña a la fotógrafa Elsa Escamilla, elsescamilla@yahoo.com.mx, Coordinadora Cultural del Centro de Estudios Integrales de la Imagen, www.cesimac.com.