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El fútbol en América y España conforma un museo de las bellas artes del movimiento, el ritmo y la fluidez. Es un nuevo aire vital que emociona y alegra la vida de sus seguidores. Es un espíritu dinámico que transmite nuevos sentidos y energías a quienes satisfacen en él necesidades de lírica de sentimientos, de épica para el logro de nuevas hazañas y de dramática de situaciones en conflicto. Ha tomado las calles y avenidas en múltiples formas hasta dejar huellas imborrables en los recuerdos personales y colectivos de cada época y crear una cultura popular con su propia historia, sus mundos y sus códigos y sus ritos.

Tras este hecho se encuentran numerosas generaciones de iberoamericanos que, desde el siglo XIX, han luchado por la presencia de su fútbol en el mundo a la hora de fundar la Federación Internacional de Fútbol Asociación, crear campeonatos y organizar fases finales de grandes acontecimientos. Para la historia del idioma español en el deporte, es un legado que ha sido presentado como uno de sus ámbitos más productivos gracias a sus repercusiones en sus niveles técnico, de difusión y literario, en su declaración como idioma oficial de la FIFA en 1946 y en su empleo como recurso de redacción en otras áreas informativas o como elemento de persuasión en la vida empresarial para aspectos de gestión de equipos humanos y liderazgo.

Su forma de expresión lingüística se ha convertido en objeto de reflexión y estudio para el mundo de la Universidad mediante cursos de verano, cursos de invierno, asignaturas, cursos de doctorado, grupos de trabajo, encuentros y jornadas de reflexión, talleres de investigación, maestrías especializadas...