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Resumen
En el medio terrestre, las extinciones se cuentan por
centenas; en el marino, en cambio, se tiene documentada
a lo más una docena de casos. Proponemos que esta
diferencia se debe al simple hecho de que los peces habitan
en un medio ajeno, hostil y muchas veces inaccesible al
humano. Se prueba que el riesgo de extinción en
los tetrápodos
depende en buena medida del tamaño (peso) pero
en peces está determinado por el grado de encubrimiento.
En este sentido, aquellas especies marinas que en algún
momento de su ciclo de vida dejan de contar con la protección
que les brinda el océano (peces
anádromos) resultaron ser las más
vulnerables. Es posible que dicha característica,
aunada a la preferencia natural del humano hacia los grandes
vertebrados terrestres, no permita contar con información
completa de las especies y haga poco efectivos los criterios
actuales utilizados para reclutar a los peces marinos
en las filas de la conservación.
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