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Siamés
Melanochromis auratus
El siamés Melanochromis
auratus, ahora descrito, fue obtenido
vivo, mediante una donación de un acuario comercial
en Cuernavaca, Morelos, México. A su llegada tenían
aproximadamente seis meses de nacido y ambos organismos
evidentemente diferían en tallas, el organismo
mayor, el cual mantenía una posición normal
media 7.76 mm de longitud total, mientras que su hermano,
en posición ventral media solo 5.44 mm de longitud
total (Fig.2).
Tras su llegada, se mantuvieron vivos un año y
medio, permaneciendo aislados de otros organismos y especies,
para evitarles cualquier daño o ataque. Díaz-Pardo
y Godínez-Rodríguez (1991), mencionaron
que en los animales se presentan variaciones ordinarias
con pequeñas o grandes diferencias, pero cuando
estas son demasiado profundas, pueden ser clasificadas
como deformidades o anomalías. En los peces las
anomalías de gemelos siameses parecen ocurrir con
muy poca frecuencia. Dawson (1966); Dawson y Heal (1976)
revisaron las publicaciones con respecto al tema y mencionan
que se han registrado en tres familias de Elasmobranquios
y aproximadamente en 12 teleósteos.
Díaz-Pardo y Godínez-Rodríguez (op
cit.), reportaron un ejemplar siamés en Goodeidos
(Chapalichthys encaustus), encontrados durante
la identificación de organismos procedentes del
manantial “los negritos” en Villamar, Michoacán,
México, así mismo, Chávez y Saucedo
(1988) describieron a siameses del bagre, Arius felis,
procedentes de un ambiente estuarino de Yucatán,
México. Sin embargo para la familia Cichlidae
no se había reportado ningún ejemplar siamés.
En
lo que respecta a las siamesas de M. auratus
se observó que ambos ejemplares se encontraban
adheridos por la parte ventral y eran al parecer hembras
por su morfología externa. No presentaban ausencia
de alguna estructura, aunque aparentemente compartían
los órganos internos como se puede observar en
la (Fig.3).
Esta inferencia se vio apoyada por las observaciones de
su comportamiento: datos como a que nivel de la columna
de agua se encontraban la mayor parte del tiempo, como
obtenían su alimento y cual de las dos lo hacia,
así como observar la interacción que presentaban
al encontrarse unidas. Se observó que el ejemplar
de mayor talla era el que se alimentaba, ya que solamente
éste excretaba.
La
columna vertebral de ambos ejemplares
no presentaba deformidad al momento de su llegada
al laboratorio, sin embargo, conforme fueron creciendo
se le fue curveando la columna vertebral a la hermana
de menor talla. Ambos ejemplares lograron adaptarse juntos,
no obstante, la hembra mayor siempre tomo el papel principal
en los movimientos de desplazamiento, restringiendo en
este sentido la independencia de su par colocado ventralmente.
Durante un tiempo se notó descoordinación
en la locomoción, ya que al principio la aleta
caudal, que es el apéndice impar más posterior
en los peces y la principal extremidad de locomoción
en estos, del organismo mayor se movía al contrario
de la del menor y viceversa. Conforme fueron creciendo
los organismos, los radios de la aleta caudal del gemelo
menor se contrajeron hacia la parte dorsal del mismo y
de esta manera no impedía el uso de esta aleta
a su gemelo mayor, que era el que se dirigía a
cualquier parte del acuario y realizaba todas las actividades.
No obstante, la posición ventral del gemelo era
algo que entorpecía la actividad normal del su
hermana, hecho considerado para los gemelos asimétricos,
donde uno de los organismos constituye una forma de parásito
del otro. Por otro lado, las aletas pectorales y pélvicas
eran del mismo tamaño en ambas gemelas y colocadas
muy juntas (por la posición que guardaban ambos
peces) por lo tanto manejaban coordinadamente las ocho
aletas (pélvicas y pectorales).
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