Revista Digital Universitaria
10 de septiembre de 2005 Vol.6, No.9 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual

 
     

RDU

 

 

 
 

Resumen

La leche es un producto natural y es el único alimento que provee a sus críos en la primera etapa de vida y aporta todas las necesidades nutricionales iniciales para sobrevivir. Así pues, la leche es uno de los alimentos esenciales para la vida de los mamíferos y para el hombre ha tenido un significado mayor desde que descubrió que podía obtenerla de otros mamíferos, para tenerla disponible como alimento por el resto de su vida. Posee nutrientes de alto nivel, los cuatro principales son: grasa, proteína, lactosa, vitaminas y minerales. A partir de los tres primeros se obtienen los sabores, aromas y principales características de los derivados lácteos; por ejemplo, la proteína es el principal componente de los quesos, junto con la grasa, si se trata de un queso madurado, entonces la grasa toma relevancia mediante ciertas reacciones bioquímicas que se suceden durante la maduración, le confiere aroma, color , sabor y consistencia determinados, en el caso del yogurt, la lactosa, que es el azúcar natural de la leche, se fermenta con ayuda de los cultivos lácticos para lograr ese gel y sabor ácido característicos.

Como es común, el hombre, accidentalmente, fue descubriendo que a partir de la leche fluida se podían obtener otros productos, sus derivados; quizá al principio de la fermentación natural y conforme fue experimentando y después investigando, ha desarrollado una variedad muy amplia de ellos (quesos, yogurth, jocoque, dulces, etc).

Actualmente la explotación de la leche es una industria formal y comienza desde la crianza, genética y métodos de explotación de las vacas productoras hasta la distribución de los productos, pasando por diferentes y en algunos casos sofisticados procesos, entre los que sobresale la pasteurización como un proceso esencial para la conservación y la calidad higiénica de los productos.

Una de las consideraciones más importantes en la producción de leche y sus derivados es la calidad higiénica, pues debido a su alto contenido en nutrientes es un medio muy viable para la reproducción de microorganismos; entre los que se encuentran los que son patógenos, por eso, hoy día, las industrias deben implantar rigurosas prácticas y metodologías que eviten contaminaciones microbiológicas y de materiales extraños, que afecten la salud del consumidor y/o la calidad del producto. Asimismo, es conveniente que el consumidor final desarrolle conocimiento acerca de cómo identificar productos no recomendables para ser ingeridos.


 
 
 
   

 

 

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