Revista Digital Universitaria
10 de septiembre de 2005 Vol.6, No.9 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual

 
     

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Introducción

La Pirámide del Sol de Teotihuacan se encuentra localizada en una gran ciudad prehispánica cerca del pueblo de San Juan Teotihuacan, a unos 50 kilómetros al noreste de la actual ciudad de México, en el valle del mismo nombre. De la cultura teotihuacana existen muchas interrogantes. Baste mencionar que el nombre “Teotihuacan” fue puesto por los aztecas cuando llegaron al lugar varios cientos de años después de ser abandonada por sus habitantes originales, quienes la ocuparon a inicios de la Era cristiana hasta 600 d.C. Desde entonces una de las grandes incógnitas de ese sitio maravilloso es ¿Para qué se construyó la Pirámide del Sol, que fue la primera obra monumental de la gran metrópolis? La física se ha unido a la arqueología para buscar respuestas a esta pregunta en un proyecto que involucra investigadores de los Institutos de Física y de Investigaciones Antropológicas, de la UNAM, en el cual se pretende analizar este célebre monumento por una técnica inusual.

 


Fig.1. La Pirámide del Sol de Teotihuacan, vista desde la Pirámide de la Luna, por José Maria Velasco en 1878. Pintura al óleo actualmente en el Museo Nacional de Arte, Ciudad de México.

 

El proyecto de investigación lleva como título "La pirámide del Sol de Teotihuacan, ¿Templo Funerario o Templo Estatal?", y en él se propone usar rayos cósmicos para inspeccionar la estructura interna de este monumento prehispánico en búsqueda de posibles cavidades ocultas que pudiesen haber sido utilizadas con fines funerarios o de ofrenda. Su ausencia fortalecería la idea de que la pirámide es un templo estatal para el culto del Dios de las Tormentas. Cualquiera de las dos opciones nos lleva a interesantes conclusiones acerca de la sociedad teotihuacana.

La idea de usar rayos cósmicos, para estos propósitos, fue utilizada por Luis Álvarez en los años 60´s para estudiar la estructura de una de las pirámides de Giza, en Egipto. En aquella ocasión existía la fuerte sospecha de que la pirámide de Kefrén contenía cámaras internas, aún no descubiertas, cuestión que fue desmentida por el experimento de Álvarez. Sin embargo, entre el problema atacado en Egipto y el descrito aquí hay ciertas diferencias que son importantes. Ejemplos relevantes para los físicos son que la pirámide de Kefrén sea dos veces más alta que la del Sol, y que su interior esté hecho de un material aparentemente más homogéneo y denso (bloques de roca caliza) que la de Teotihuacan (tierra orgánica y pequeños fragmentos de toba volcánica).

 
 
 
   

 

 

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