El
tercer Intermezzo fue hallado en
la parte interior del citado Boletín
de la S.E.P. (julio de 1943), pocos meses
antes de la donación del acervo Ponce
a la Escuela Nacional de Música,
y durante el acto oficial de la entrega
se realizó su estreno. La fecha del
Boletín anuncia el primer aniversario
de la creación del Seminario, siendo
Ponce uno de los fundadores. Es interesante
observar que esta obra fue compuesta en
1921 bajo el título Alma triste
y con el Nº XI del Glosario
íntimo . Con el nombre de Intermezz
o ya había compuesto dos: el
primero, de estilo plenamente romántico,
que no está numerado y encabeza nuestra
lista de publicaciones, y el segundo, único
con numeración, escrito en los años
de París y bello ejemplo de impresionismo.
El que aquí se edita sería
por lo tanto el número tres, tomando
en consideración que cuando apareció
con este título ya existía
el segundo; sin embargo, como ya vimos,
pertenece a otra época, a los últimos
años de su fase romántica.
De hecho, bien podemos considerarlo –en
la vida musical de Ponce– como de un romanticismo
tardío, pero con la presencia de
sonoridades que vienen a ser el preámbulo
de etapas posteriores.
Vier
Kleine Fugen für den Anfänger
, para piano.
Revisor
crítico: Paolo Mello
Fuentes:
Edición Otto y Arzoz, México.
Las
Cuatro pequeñas fugas para los
principiantes son un ejemplo de construcción
formal y de admirable dominio contrapuntístico.
Como el mismo título lo indica, están
pensadas con una finalidad didáctica
y pueden servir para iniciar a los alumnos
en la música en estilo imitado. Nuestra
edición consta de dos partes: la
primera presenta el texto original y la
segunda propone una versión de estudio
en donde se sugieren digitaciones, dinámica,
se ofrece una semblanza analítica
a lo largo de la partitura y se expone un
esquema estructural de cada fuga.
El
Mtro. Jesús Herrera presenta una
interesante disertación sobre el
origen de esta pieza, datos que vienen a
puntualizar la descripción anecdótica
que aparecía en diversas publicaciones.
Malgré Tout , fue escrita
posiblemente en 1900 como un homenaje al
escultor aguascalentense Jesús Contreras,
autor de la hermosa escultura en mármol
(que lleva en la parte inferior el epígrafe
homónimo), la cual se exhibe en el
Museo Nacional de Arte del INBA (hasta hace
dos décadas se encontraba en la Alameda
Central de la Ciudad de México).
Contreras llevó esta obra a la Exposición
Universal de París de 1900 y obtuvo
la Cruz de la Legión de Honor de
la República Francesa y el Gran Premio
de Escultura. El artista había perdido
el brazo derecho dos años antes y
aún así logró su exitoso
objetivo, tal vez de allí el nombre
de “Malgré Tout” (A pesar de todo).
Ponce, seguramente inspirado por tales sucesos,
escribe esta danza para ser tocada con la
mano izquierda sola.
Desde
el punto de vista composicional la Sonatine
es sin duda la obra más compleja
del compositor, pero a la vez encierra un
especial interés por sus intrincadas
armonías. Fue concebida en tres movimientos
y concluida en 1932, último año
que Ponce permanece en París. Nunca
había sido publicada anteriormente
y en uno de sus manuscritos el autor anota
como título Sonatine neoromantique
, lo cual nos revela que aun en las
obras más audaces permanecía
fiel a su ideal estético.
La
partitura de Ponce de mayores dimensiones
hasta ahora publicada por la Escuela Nacional
de Música es la colección
de Mazurcas,
integrada por un total de veinticinco piezas
que reflejan la intimidad propia de la música
de salón, corolario del arte pianístico
mexicano de fines del siglo XIX . Las fuentes
consultadas, como podemos observar arriba,
fueron varias: manuscritos autógrafos,
de copistas, así como ediciones impresas.
Resulta interesante hacer notar la existencia
de esa partitura de cincuenta y cinco páginas
que reúne las primeras diecinueve
mazurcas en un manuscrito no fechado que
probablemente, por el punto, sea de Ponce,
aunque no se descarta la posibilidad de
que lo hubiese copiado la propia esposa
del compositor. La maestra Lourdes Rebollo,
en el prefacio, nos dice al respecto: “...ella
[Clema Ponce] fue lo suficientemente cuidadosa
como para haber realizado el trabajo de
recopilación de las mazurcas para
una futura publicación.” Sin embargo,
ésta nunca se llevó a cabo
y sólo ahora finalmente la podemos
apreciar, más o menos setenta años
después de la posible idea original...