Revista Digital Universitaria
10 de agosto de 2006 Vol.7, No.8 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual

 
     

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Antecedentes históricos

Es importante situarnos en la historia para comprender el origen de la Tanatología. Desde la época medieval, las órdenes religiosas eran las que proporcionaban consuelo y atención a los enfermos graves en sus monasterios. Posteriormente se formaron los primeros Hospicios donde se aceptaban y cuidaban a los enfermos graves y es hasta el siglo XIX que se formaron los primeros albergues en Francia para enfermos de cáncer.

•  ÉPOCA MEDIEVAL - las órdenes religiosas eran las que trataban a los enfermos graves.

•  SIGLO XVI - Se forman los primeros Hospicios.

•  SIGLO XIX - 1842 Jeannie Garnier forma los primeros albergues en Francia, para enfermos de cáncer.

•  SIGLO XX - Se forman los primeros Hospices en Inglaterra.

•  1948 Saint Thomas Hospital , Saint Joseph Hospice por Cicely Saunders

•  1967 Saint Christopher Hospice .

•  En 1974 Se forma el Primer Hospice en Estados Unidos.

En la siguiente Tabla veremos que la Tanatología surgió mucho antes que el padre de la Psicología S. Freud.

Es importante observar que el desarrollo de la Psicología fue evolucionando con sus cuatro grandes escuelas (Psicoanalisis, Conductual, Existencial-Humanista y Transpersonal) y de forma paralela la Tanatología ha ido incorporando muchos de estos conocimientos hasta llegar a la propuesta que se describe en toda esta investigación, la conjunción de Tanatología y Logoterapia.(Víctor Frankl). Imagen 1

Regresando a la historia, existen desde la segunda mitad del siglo pasado un reducido número de instituciones que ofrecían asistencia a enfermos terminales, que carecían de familiares que los cuidaran,y que fueron fundadas debido al gran número de personas necesitadas que morían solas y con frecuencia en las calles. A medida que las familias se hicieron más pequeñas y más dispersas, hubo menos personas que cuidaran enfermos y moribundos. Al mismo tiempo el acceso al cuidado hospitalario se hizo más fácil y aceptable.

Con la creciente aceptación del cuidado hospitalario para las enfermedades surgió la institucionalización del nacimiento y la muerte. "Morir en un hospital, más que en la casa, se volvió la norma".

Con el desarrollo de la tan exitosa alta tecnología médica de este siglo, se incrementó la dificultad de conciliar el énfasis entre el diagnóstico y la curación. Curar era el objetivo más importante de la medicina, por tanto, la muerte, era considerada como un fracaso. Entonces se dificultó el cuidado de los enfermos terminales en un hospital dedicado a curar y sanar.

Las expectativas en cuanto a la salud se modificaron, y con este cambio disminuyó el número de muertes y de experiencias en torno a ella. A cambio, la muerte pasó a ser un suceso cada vez menos aceptado. Este panorama es compartido por el paciente y su familia y a menudo reforzado por médicos y enfermeras, Por lo tanto, puede ser común que el paciente terminal y su familia sean evitados dentro del ambiente hospitalario.

Por otra parte las necesidades emocionales del paciente y de quienes los cuidaban eran con frecuencia ignoradas e insatisfechas, y dada la naturaleza y, lo severo de la enfermedad, era natural ocultarle la gravedad de su situación al paciente dejándolo solo desde el punto de vista emocional, como se puede apreciar en el relato del siguiente caso, tomado del manual del orientador experto de Gerard Egan (Pp. 41 y 42):

Mujer de 39 años en el hospital, muriendo de cáncer, hablando con el capellán:

" Yo puedo comprenderlo en mis hijos, pero no en mi esposo. Sé que estoy muriendo. Sin embargo, él viene todos los días con esa sonrisa valiente, escondiendo lo que siente. Nunca hablamos acerca de mi agonía. Sé que está tratando de protegerme, pero eso es falso. En realidad me siento más y más distante de él, a medida que pasan los días. No puedo decirle que su alegría y su negativa a hablar sobre mi enfermedad es realmente dolorosa para mí."

La negativa ante la enfermedad se debía a la creencia de que si el enfermo lo sabía perdería la esperanza y aceleraría su muerte. En general las necesidades físicas del enfermo eran descuidadas, así como también lo eran sus necesidades sociales, emocionales y psicológicas. Sólo a veces se consideraban los aspectos espirituales, ya que con frecuencia se hacían de manera inapropiada.

Ante tantas necesidades, y para compensar las fallas percibidas en el cuidado de estos enfermos, surgió el movimiento de los "Hospicios modernos". Y durante el curso de éste desarrollo han ocurrido muchos cambios. Por eso hoy en día proponemos más atención física, emocional y espiritual para estos pacientes terminales.

 
   

 

 

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