Antecedentes
históricos
Es
importante situarnos en la historia para
comprender el origen de la Tanatología.
Desde la época medieval, las órdenes
religiosas eran las que proporcionaban consuelo
y atención a los enfermos graves en
sus monasterios. Posteriormente se formaron
los primeros Hospicios donde se aceptaban
y cuidaban a los enfermos graves y es hasta
el siglo XIX que se formaron los primeros
albergues en Francia para enfermos de cáncer.
ÉPOCA
MEDIEVAL - las órdenes religiosas
eran las que trataban a los enfermos graves.
SIGLO
XVI - Se forman los primeros Hospicios.
SIGLO
XIX - 1842 Jeannie Garnier forma los primeros
albergues en Francia, para enfermos de
cáncer.
SIGLO
XX - Se forman los primeros Hospices en
Inglaterra.
1948
Saint Thomas Hospital , Saint Joseph
Hospice por Cicely Saunders
1967
Saint Christopher Hospice .
En
1974 Se forma el Primer Hospice en
Estados Unidos.
En
la siguiente Tabla veremos que la Tanatología
surgió mucho antes que el padre de
la Psicología S. Freud.
Es
importante observar que el desarrollo de
la Psicología fue evolucionando con
sus cuatro grandes escuelas (Psicoanalisis,
Conductual, Existencial-Humanista y Transpersonal)
y de forma paralela la Tanatología
ha ido incorporando muchos de estos conocimientos
hasta llegar a la propuesta que se describe
en toda esta investigación, la conjunción
de Tanatología y Logoterapia.(Víctor
Frankl). Imagen
1
Regresando
a la historia, existen desde la segunda mitad
del siglo pasado un reducido número
de instituciones que ofrecían asistencia
a enfermos terminales, que carecían
de familiares que los cuidaran,y que fueron
fundadas debido al gran número de
personas necesitadas que morían solas
y con frecuencia en las calles. A medida
que las familias se hicieron más pequeñas
y más dispersas, hubo menos personas
que cuidaran enfermos y moribundos. Al mismo
tiempo el acceso al cuidado hospitalario
se hizo más fácil y aceptable.
Con
la creciente aceptación del cuidado
hospitalario para las enfermedades surgió la
institucionalización del nacimiento
y la muerte. "Morir en un hospital, más
que en la casa, se volvió la norma".
Con
el desarrollo de la tan exitosa alta tecnología
médica de este siglo, se incrementó la
dificultad de conciliar el énfasis
entre el diagnóstico y la curación.
Curar era el objetivo más importante
de la medicina, por tanto, la muerte, era
considerada como un fracaso. Entonces se
dificultó el cuidado de los enfermos
terminales en un hospital dedicado a curar
y sanar.
Las
expectativas en cuanto a la salud se modificaron,
y con este cambio disminuyó el número
de muertes y de experiencias en torno a ella.
A cambio, la muerte pasó a ser un
suceso cada vez menos aceptado. Este panorama
es compartido por el paciente y su familia
y a menudo reforzado por médicos y
enfermeras, Por lo tanto, puede ser común
que el paciente terminal y su familia sean
evitados dentro del ambiente hospitalario.
Por
otra parte las necesidades emocionales del
paciente y de quienes los cuidaban eran con
frecuencia ignoradas e insatisfechas, y dada
la naturaleza y, lo severo de la enfermedad,
era natural ocultarle la gravedad de su situación
al paciente dejándolo solo desde el
punto de vista emocional, como se puede apreciar
en el relato del siguiente caso, tomado del
manual del orientador experto de Gerard Egan
(Pp. 41 y 42):
Mujer
de 39 años en el hospital, muriendo
de cáncer, hablando con el capellán:
" Yo
puedo comprenderlo en mis hijos, pero
no en mi esposo. Sé que estoy
muriendo. Sin embargo, él viene
todos los días con esa sonrisa
valiente, escondiendo lo que siente.
Nunca hablamos acerca de mi agonía.
Sé que está tratando de
protegerme, pero eso es falso. En realidad
me siento más y más distante
de él, a medida que pasan los
días. No puedo decirle que su
alegría y su negativa a hablar
sobre mi enfermedad es realmente dolorosa
para mí."
La
negativa ante la enfermedad se debía
a la creencia de que si el enfermo lo sabía
perdería la esperanza y aceleraría
su muerte. En general las necesidades físicas
del enfermo eran descuidadas, así como
también lo eran sus necesidades sociales,
emocionales y psicológicas. Sólo
a veces se consideraban los aspectos espirituales,
ya que con frecuencia se hacían de
manera inapropiada.
Ante
tantas necesidades, y para compensar las
fallas percibidas en el cuidado de estos
enfermos, surgió el movimiento de
los "Hospicios modernos". Y durante el curso
de éste desarrollo han ocurrido muchos
cambios. Por eso hoy en día proponemos
más atención física,
emocional y espiritual para estos pacientes
terminales.
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