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La vida al cubo

I
Aarón fue siempre un hombre apocado y sin arrojo. Un día halló al azar aquel anuncio sobre una autómata de apariencia auténtica y ardiente. Apenas le alcanzaron los ahorros, pero era apacible y jamás se alteraba. Aconteció entonces el accidente.

 

II
Beto y Bea se conocieron, se enamoraron, se lanzaron miradas furtivas, suspiraron con disimulo; durante meses se torturaron por dentro sin atreverse, hasta que, un buen día, a mitad de una verbena, se besaron. El noviazgo fue largo, con sus altas y sus bajas —como era de esperarse—, pero al fin llegaron al altar y se juraron fidelidad eterna. Estadísticamente, claro, la pareja estaba destinada al fracaso.

 

III
Cirilo, Cipriano y Citlalli se enredaron, en un momento de debilidad, en un triángulo descentrado y censurable, dirían algunos. De nada valió la cautela: cundieron los chismes y los comadreos y a poco vino la confesión. Cuando el alcohol acabó con Citlalli, Cirilo y Cipriano se sobrepusieron.

 

IV
Doroteo vivía tranquilo con Domitila, Donatelo y Doralisa en un departamento diminuto, pero decente. Una noche sin luna, una llamada: una llamarada. Doroteo vive ahora solo, sólo con tranquilizantes.

 

V
Eulalio, Eufemia, Euclides, Eugenio y Eustaquio creían ser una familia ideal y en total eufonía. No había celebración sin gran euforia ni enfermedad que no se curara con un té de eucalipto. No había verano sin viaje a Europa ni domingo que faltaran a la Eucaristía. Pero la rivalidad entre hermanos puede ocultar dagas mortales; todo por un huevo revuelto.

 

VI
Xilouén tuvo que tomar una decisión difícil. Ya no alcanza; seis son muchos, le dijo a Yocasto. Habían emigrado en busca de una vida mejor, pero el trabajo escaseaba y la depresión se cernía sobre ellos. La más pequeña, Zulema, tenía apenas cinco años cuando la mandaron sola en autobús de regreso al país del sur a vivir con su padrino. Don Refugio siempre la había querido mucho; lo que nunca sospecharon era para qué.



f

Autor: Susana Marín Delgado

 

Susana Marín nació en la Ciudad de México hace 47 años. Estudió en el Programa para la Formación de Traductores en el Colegio de México y trabaja como traductora independiente para varios organismos internacionales. En 2006 obtuvo el segundo lugar en el concurso de cuento corto dentro del marco del Festival de Ajedrez de la Ciudad de México.

 

Voz: Guillermo Henry
Agradecemos a la Lic. María Teresa Moya Malfavón, subdirectora de producción y programación de Radio UNAM, así como a la Lic. Mary Paz Gener, jefa de producción, las facilidades prestadas para la grabación de este relato.

 

Música: Cuarteto de Alientos Extremo

 

Diseño grafíco y animación: Fabián Correa Ambriz

 

Comentarios del jurado:

En este relato, la autora juega con la progresión de las letras del alfabeto y la escala de los números. Cada una de las caras presenta una breve historia trágica. La forma propuesta de cubo le sirve para remitirse igualmente a la idea de una tirada de dados.

 

 

 


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