Revista
Digital Universitaria 10
de marzo de 2007 Vol.8, No.3 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual
Inicio
Durante las décadas de los 60 y 70 la experimentación
con sustancias psicotrópicas cobró mucha
importancia, no sólo por el aspecto controversial
implícito en el riesgo natural de su consumo
y los estereotipos de descomposición social
con los que se le relaciona – aspecto por
el cual actualmente se condena y censura radicalmente
cualquier acercamiento a las drogas–, sino
por la cantidad de influencias favorables que tales
pruebas tuvieron en diferentes ámbitos culturales,
políticos y sociales.
El consumo de LSD tuvo impactos positivos de tal
magnitud en las ciencias y las artes que, inclusive,
hoy en día sus frutos son palpables en diferentes
estratos de la vida cotidiana de nuestros días.
Los primeros experimentos –absolutamente
legales– que se llevaron a cabo a principios
de los 50 con este tipo de drogas, en diferentes
laboratorios, universidades y agencias gubernamentales
(como la CIA), posteriormente fueron adoptados
de manera informal por las corrientes contraculturales
surgidas durante la era hippie de los
60. Estos movimientos actuaron consecuentemente
como núcleos ideológicos, a los cuales
algunos científicos, artistas y activistas
políticos tenían acceso por diferentes
medios o motivaciones. Los resultados de tales
confluencias afectaron profundamente muchos conceptos
germinales de la cultura occidental: la tecnología
y la música no fueron la excepción.
En
el área de la bahía de
San Francisco, California, los exponentes
más importantes del rock psicodélico
y experimental, que fuera uno de los
movimientos musicales más importantes
de la historia, convivían y se
mezclaban libremente con algunos de los
científicos creadores del actual
ciberespacio, compartiendo experiencias
psicodélicas inducidas por el
consumo de las sustancias alucinógenas,
detonadores de la revolución ideológica
mas importante del siglo pasado.