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Revista Digital Universitaria
10 de marzo de 2007 Vol.8, No.3 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual

 
     

RDU

 
 
 
Conclusiones

En los últimos años la actividad económica ha comenzado a basarse en el uso intensivo del conocimiento en el desarrollo de todos los procesos, acciones y comportamientos mostrados por los diferentes agentes económicos. De tal forma que, entendido como un recurso interno que los diferentes agentes utilizan de forma intensiva, el conocimiento actúa a la vez como un factor productivo y como un elemento estratégico capaz de constituir una importante fuente de ventajas competitivas.

Abundantes estudios han tratado de determinar las causas que han motivado el desarrollo de la economía del conocimiento. Pero entre todos los factores identificados la literatura especializada reconoce en la globalización, en el cambio en los patrones de comportamiento de los individuos y en el uso intensivo de las TIC, a los verdaderos responsables de la aparición de la nueva economía. De forma efectiva, estos fenómenos han afectado en gran medida a las empresas, aunque la forma de ser entendidos y el impacto que cada uno de ellos genera sobre las organizaciones viene determinado por el tipo de empresa, y por el entorno donde se ubica.

Como uno de los principales agentes del entorno económico, las empresas se han visto forzadas a desarrollar un profundo proceso de transformación. Así, con el fin de adaptarse y dar respuesta a los retos y amenazas que el nuevo entorno competitivo plantea, las empresas han comenzado a desarrollar nuevas estructuras productivas y organizativas, así como nuevos modelos estratégicos y de gestión. En este proceso las TIC han jugado un papel fundamental, siendo percibidas a la vez como una importante oportunidad y un recurso interno de carácter estratégico.

La fuerza de las TIC reside en el conjunto de utilidades ofrecidas a la empresa. Así, las TIC no sólo constituyen una herramienta que, de forma directa, agiliza y hace más eficiente la realización de ciertos procesos. También encontramos en ellas un elemento que favorece la creación, acumulación, difusión y uso del conocimiento en la organización.

Las TIC son señaladas como fuente de obtención y generación de información. Así, algunos trabajos ponen de manifiesto cómo las TIC constituyen uno de los medios más adecuados para aproximarse al entorno, y desarrollar un profundo conocimiento sobre los diferentes agentes que lo conforman, por cuanto de forma sencilla, rápida y económica permiten a la empresa el acceso a gran cantidad de información relevante y actual. Por otro lado, las TIC también constituyen un elemento fundamental en el proceso de generación, transmisión, difusión y uso del conocimiento en la organización. De esta forma, las TIC no sólo ponen a disposición de la organización los medios necesarios para el tratamiento, gestión, análisis y almacenamiento de información, sino que también, favorecen su transmisión y difusión por toda la organización, y su posterior uso en el proceso estratégico de toma de decisiones. Finalmente, diferentes trabajos también señalan la importancia de las TIC como elemento que mejora el grado de integración de los diferentes agentes implicados en el desarrollo de procesos empresariales, a la vez que se eliminan gran número de barreras existentes en la relación.

Actuando como fuente de información, las TIC favorecen en los momentos previos al establecimiento de la relación, la identificación y determinación del grado de atractivo de los posibles socios estratégicos. También, como canal de comunicación, las TIC proporcionan a lo largo de toda la relación los medios a través de los que la empresa puede establecer una comunicación fluida con sus socios, favoreciendo la transmisión –e incluso creación– de conocimientos, eliminando barreras temporales, espaciales y económicas que limitan la eficiencia y eficacia del proceso. Por último, y como combinación de las acciones anteriores, las TIC actúan como factor socializador, que favorece la estabilidad de la relación, por cuanto al permitir una comunicación continuada e intensa entre los miembros, permite el establecimiento de acuerdos y consenso, y el desarrollo de un clima de confianza y compromiso basado en el establecimiento de vínculos sociales y afectivos.

En este escenario es normal que, durante los últimos años, se haya venido observando cómo en el mundo empresarial ha surgido un gran interés por las posibilidades que las TIC, y en especial Internet, ofrecen para el desarrollo de nuevas actividades y negocios. Son pocas las empresas que no realizan en la actualidad actividades de e-business y, dentro de las mismas, de e-commerce . Y es que el espectacular incremento observado en el número de individuos que utilizan los medios electrónicos en el desarrollo de su proceso de compra, ha llevado a que gran número de empresas decidan utilizar las TIC de forma intensiva, para algo más que la búsqueda y análisis de información, o el desarrollo eficiente de ciertos procesos internos.

 
   
 

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