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La importancia actual de la innovación

En la última década la actividad de innovación ha aumentado de manera significativa en las economías modernas. Pero a diferencia de otras, en esta ocasión el comportamiento seguido por los agentes se ha modificado, observándose un importante incremento de la iniciativa privada y un cambio en el patrón de inversión seguido (Vilaseca and Torrent, 2005). En este sentido, se observa cómo las empresas han pasado a constituir el principal agente innovador, muy por delante de cualquier otro agente económico considerado (Han et al., 1998). Bien es cierto que las administraciones públicas fomentan iniciativas y políticas destinadas a la innovación o que las universidades desarrollan una intensa labor de investigación y desarrollo, que incide de forma directa en los resultados de esta actividad. Pero en la práctica, la mayor parte de las iniciativas van dirigidas, o son emprendidas, desarrolladas y financiadas por las empresas (Achrol and Kotler, 1999, Swan et al., 1999).

Por otro lado, la inversión no sólo va destinada a la compra de bienes de equipo o maquinaria de producción, sino que una parte importante de la misma se dirige, entre otros, a la adquisición de bienes tecnológicos o a la formación equipo humano (Vilaseca y Torren, 2004). En definitiva hay una inversión destinada a la creación y desarrollo de intangibles que, basados en el conocimiento, fortalecen el capital de la empresa y mejoran su imagen y posición en los mercados ((Athuahene-Gima, 1996 a,b, Barras, 1986; Vorhies et al., 1999).

Esta situación ha generado que el estudio de la innovación empresarial ocupe gran parte de la atención de académicos y profesionales. Sin embargo, su estudio ha derivado en una tarea compleja, ante las dificultades que ha encontrado la literatura por ofrecer una definición precisa sobre el término ‘innovación’, que se adecúe perfectamente al ámbito empresarial. Así, el carácter amplio, abstracto y multi dimensional de este concepto o los diferentes enfoques bajo los que ha sido tratado, ha llevado a que los límites para su definición a menudo queden difusos, generando importantes controversias entre los distintos investigadores y trabajos desarrollados (Langerak et al., 2004).