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Introducción

La cita con Irma González es a las cinco de la tarde, en el centro de Coyoacán. Ella llega puntual y antes de empezar la entrevista, me dice que quiere pasar por un helado. Rumbo a la nevería me doy cuenta de que estoy ante una de gran aficionada de Octavio Paz y su obra (aunque más adelante ella me aclara que tampoco es una admiradora incondicional); todavía no enciendo la grabadora y ella empieza a contarme el origen de su interés por Paz “empecé a leerlo porque al principio no lo entendía”, me dice. Y es que para la Dra. Irma González Pelayo la obra de Paz no sólo destaca por su calidad, exige una lectura profunda que presupone un lector culto, además afirma:

Es un ensayista lúcido con ideas muy propias, muy sólidas, pero si tú desconoces las fuentes te quedas solamente en la superficie con una lectura muy limitada, muy superficial, yo creo que por eso Paz ha sido el gran ensayista mal entendido. Tenía posturas políticas muy controvertidas, pero también muchísimos de sus críticos ignoran que fue uno de los primeros poetas e intelectuales de los años de la guerra española que predijo que se iban a acabar los totalitarismos socialistas y que precisamente en los gobiernos de izquierda no había lugar para el intelectual, porque el intelectual era una persona sumamente peligrosa para el sistema y fue de los primeros, -imagínate- que desde los años 40 predijo que se iba a caer el muro de Berlín, que además de todo en Rusia iba a haber el Gulag y todo lo que ha confirmado la historia. Realmente él era una persona que tenía su propia antena, era un ensayista estético, era un ensayista primordialmente literario y sobre todo, su gran amor fue la poesía. Incursionó en todo, incursionó en ensayo, cuento; tiene una sola obra de teatro: La hija de Rapaccini. Su obra poética, por cualquiera de todos, únicamente por su ensayo se merecía el Nobel.

Ya instaladas en una banca del parque, Irma González abunda más sobre otros aspectos de la obra de Paz, tal vez lo más destacable, su poesía y también su obra ensayística.

El año pasado se cumplieron 50 años del poema erótico más importante de la lengua española del siglo XX: Piedra de sol ¿cómo poder vivir? sin Piedra de sol, ese comienzo maravilloso de: “un sauce de cristal, un chopo de agua, un alto surtidor que el viento arquea”. Definitivamente no puedes vivir sin eso y aparte de todo aventarse todo un calendario azteca, un poema circular, en endecasílabos, en la métrica del amor, es una obra maestra. Ahora como ensayista qué temas te gustan: El Laberinto de la Soledad, El arco y la lira, Sor Juan y las trampas de la fe. Para mi es indispensable, sobre todo porque es un poeta y un intelectual, que sin dejar de ser cosmopolita, pone en primerísimo lugar su propia tradición. Aparte de todo procede de una gran familia de intelectuales, siempre tuvo la suerte o destino de estar en el epicentro de los grandes movimientos literarios. Fue apadrinado por Xavier Villaurrutia, quien lo llevó a los contemporáneos y desde ahí, muy joven, vive en carne propia, de segunda mano y por compañeros los horrores de la Guerra Civil Española, que por cierto uno de sus poemas era utilizado en las pintas en 68; este poema, en el primer verso dice: :"Has muerto, camarada/ en el ardiente amanecer del mundo...". ¡Imagínate la pinta, qué graffiti tan hermoso, tan contestatario, tan triste!

 

 

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