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Introducción Existen múltiples construcciones sociales del amor y no es nuestra intención dar una explicación de aquellas en las que está implicada la dimensión emocional; nos importa el amor desde la mediación social del género como fundamento de determinadas interacciones amorosas que definen experiencias y discursos. El cambio promovido por las mujeres en las últimas décadas del siglo pasado, la globalización económica y la creciente secularización de las sociedades occidentales, ha tenido como importante derivación la democratización de espacios y trayectorias de la vida íntima (Giddens, 1995). De tal suerte que aspectos tales como el desempeño de las tareas en el espacio privado, la responsabilidad moral de problemáticas de la vida cotidiana, la autorrealización o las formas de acceder a la intimidad del otro, determinarán unas relaciones en donde la probabilidad del acomodamiento del hombre a la caduca construcción social de lo femenino empieza a tener ya sus días contados. En este artículo vamos a ver cómo el amor ha evolucionado hasta nuestros días y hasta qué punto está mediatizado por la estructura social y las relaciones de género. Para ello, nos interesa la opinión de los jóvenes acerca de cuál sería su modelo de organización familiar en el futuro y cómo es su realidad sexual. Para la realización de este trabajo, nos hemos apoyado en dos investigaciones diferenciadas con metodologías cuantitativa, con una encuesta a una muestra de 1.500 jóvenes, y cualitativa, con seis grupos de discusión.
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