logo
  Cita PDF
Ramón Sibiuda: Amor y conocimiento en la Cataluña del siglo XV
Edgar Morales Flores
 

La heterodoxia pre-renacentista del liber creaturarum

En su tiempo el Liber creaturarum alcanzó un éxito impresionante gracias a la versión de un cartujo flamenco llamado Pedro Dor Laud.7 Esta versión se difundió especialmente en Francia donde compitió con otras versiones como la de Lescuyer (1519), y posteriormente, cuando ya era imposible conseguir un ejemplar antiguo, con la de Montaigne (1560). Y si bien la obra en su latín original no fue tan recurrida, las numerosas versiones suplieron la demanda en un número calculado de 48 ediciones circulando por toda Europa. Y esto a pesar de, o tal vez precisamente por, la prohibición inquisitorial a la que se hizo merecedora la obra sibiudana.8

Y la razón por la que se prefirieron las refundiciones y traducciones fue porque el latín de la obra original, cuentan los que conocen, era demasiado rústico. Montaigne, no sin ironía, refiere que la obra, además de poseer una estructura incoherente, estaba escrita en español con terminaciones latinas.9

Sin embargo las líneas generales del pensamiento de Ramon Sibiuda se conservaban en todas ellas, principalmente en las que incluían el heterodoxo Prólogo donde, al esbozar el plan de la obra, el autor garantizaba el conocimiento de “todas las verdades”.10 ¿Y cómo lograba esto Sibiuda? A través de un sistema axiomático que permitía la deducibilidad y la herencia de la verdad.11 No es necesario, nos cuenta Ramón Sibiuda, que se aprendan todas las verdades, sólo basta conocer los principios de éstas, para después decidir todo lo demás (es como aprender las letras del alfabeto del saber, con las cuales se estructurarán las palabras que conforman los teoremas del conocimiento). El axioma básico no es Dios, o al menos no directamente, sino la Naturaleza, y más particularmente, el Hombre (la principal de las letras).

Si se parte de este axioma las deducciones no pueden ser contradichas, y este es el fin apologético para "que nadie pueda dudar". En buena medida se trata de un sistema antropocéntrico12 y fundacionista que no necesita ciencia previa, ni siquiera a la Sagrada Escritura: “esta ciencia no necesita el auxilio ni de la Sagrada Escritura ni de ningún doctor... precede a la Sagrada Escritura”.13

Como se puede observar se trata de una pretensión inaudita,14 que además de promocionar el saber absoluto garantiza igualmente su no olvido.15 Pero ¿cómo consigue tanto? Gracias a la aplicación de una lógica bipolar rigurosa, que en ocasiones no deja de ser agresiva (se envuelve al lector en problemas donde sólo se ofrecen dos salidas y ni una más).16 Se trata de una teología algorítmica que presenta contenidos necesarios y absolutos, y en esto se distingue del Ars Magna luliana, puesto que esta última no es axiomática ni fundacionista, sino “relativa” e “inclusiva”, combinatoria. Pero Sibiuda va más lejos, el Liber Creaturarum es el prefacio de la Teología, pues nos enseña que la Naturaleza, la Experiencia y el Hombre son los pilares del conocimiento sistematizado.

 


siguiente

subir

siguiente

 



Número actual
Ecoteca

 
D.R. © Coordinación de Publicaciones Digitales
Dirección General de Servicios de Cómputo Académico-UNAM
Ciudad Universitaria, México D.F.
Se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos aquí presentados,
siempre y cuando se cite la fuente completa y su dirección electrónica