Conclusiones

Se ha expuesto toda una serie de elementos indispensables para propiciar atmósferas creativas como vitaminas necesarias para nuestros salones de clase. Dichas atmósferas creativas no sólo van a ser ricas en actividades creativas e inteligentes para fomentar los talentos de los estudiantes, sino también debe caracterizarse por una comunicación que fortalezca la autoestima del alumno, tanto en su forma intrapersonal como interpersonal, pero también, caracterizar a la institución educativa en su conjunto.

Por último, llevar adelante la tarea de propiciar la creatividad en nuestras aulas, es una tarea de transformación del ambiente áulico, lo cual requiere del educador convicción en sus ideales, preparación, de estrategias innumerables de enseñanzas acompañadas de una concepción humanista de su labor cotidiana de educar; pero sobre todo de persistencia y kilos de paciencia para pasar del conocimiento del tema a la reflexión, de ésta a la aplicación y por último a la implicación.

 

 

 

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