La
diversidad en las percepciones que tienen los clientes sobre
la atención a sus solicitudes es consecuencia de
que no todos los requerimientos se realizan en un momento
único y a una sola persona, por tanto existen varios
momentos de intercambio personal a los que Serna (1999),
define como “momentos de la verdad” en los cuales
el cliente va guardando su percepción de los diferentes
aspectos de la empresa con los que ha tenido contacto, para
luego según afirma Scheinsohn (1997), realizar una
síntesis mental resultante de un proceso cerebral
de selección y organización de elementos de
importancia con los que puede formarse una imagen positiva
o negativa y la cual puede ser medida a través del
nivel de satisfacción del cliente en los diferentes
momentos de interacción durante el servicio. Tal
como lo destaca Kotler (1998), cuando señala que
la satisfacción del cliente depende del desempeño
percibido de un servicio para proporcionar valor en relación
con las expectativas del cliente.
En términos generales que el cliente externo tuvo
una percepción positiva del servicio, es decir, que
existe un alto nivel de satisfacción expresado entre
muy satisfecho y satisfecho para todos los momentos evaluados.
Resaltándose que el 56.1% se encuentran muy satisfechos
durante el momento del adiestramiento y un 38.1% se encuentra
satisfecho con el mismo aspecto. De igual manera es reflejado
el nivel de satisfacción para los momentos de apertura
del curso, las atenciones logísticas y el trato en
la recepción con porcentajes entre el 52.9% y 46.6%
para la categoría de muy satisfecho, Sin embargo,
cabe
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resaltar
que para los momentos del refrigerio y almuerzo existe
un 15.3% que expresa sentirse medianamente satisfecho,
lo cual permite inferir que pueden realizarse mejoras
en el servicio.
De
igual forma en los diferentes momentos, los clientes externos
tuvieron la oportunidad de percibir las características
del servicio del CIED que se listan en la tabla
No.7, observando en términos generales que
el mayor porcentaje de los clientes refieren estar muy
satisfechos y satisfechos en relación a todas las
características evaluadas. Por lo cual se puede
inferir que el cliente externo del CIED tiene una imagen
positiva sobre el servicio recibido la cual se hace evidente
en su satisfacción durante los diferentes momentos
en los cuales hubo interacción tanto personal como
con los medios físicos necesarios para recibir
el servicio, que en su conjunto forman la identidad del
CIED.
En
el análisis global de todos los resultados se observó
que prevalece una imagen positiva sobre la empresa, tal
como lo afirma Costa (1989), cuando indica que la imagen
es el resultado de múltiples y variados mensajes
relacionados entre si y con la empresa, que acumulados
en la memoria colectiva configuran una globalidad capaz
de influir en el comportamiento de los consumidores, los
cuales se sentirá nuevamente motivados para repetir
su experiencia en el CIED la cual es reforzada a través
de las diferentes formas en las que la empresa se comunica
con sus clientes, trasmitiéndoles como principal
mensaje su identidad, sin que ello signifique que no sea
sometido a
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