31 de octubre de 2003, Vol. 4, No. 6. ISSN: 1607-6079
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Jose Marín jk_marin@hotmail.com María Usache mariauseche@yahoo.es

La diversidad en las percepciones que tienen los clientes sobre la atención a sus solicitudes es consecuencia de que no todos los requerimientos se realizan en un momento único y a una sola persona, por tanto existen varios momentos de intercambio personal a los que Serna (1999), define como “momentos de la verdad” en los cuales el cliente va guardando su percepción de los diferentes aspectos de la empresa con los que ha tenido contacto, para luego según afirma Scheinsohn (1997), realizar una síntesis mental resultante de un proceso cerebral de selección y organización de elementos de importancia con los que puede formarse una imagen positiva o negativa y la cual puede ser medida a través del nivel de satisfacción del cliente en los diferentes momentos de interacción durante el servicio. Tal como lo destaca Kotler (1998), cuando señala que la satisfacción del cliente depende del desempeño percibido de un servicio para proporcionar valor en relación con las expectativas del cliente.

En términos generales que el cliente externo tuvo una percepción positiva del servicio, es decir, que existe un alto nivel de satisfacción expresado entre muy satisfecho y satisfecho para todos los momentos evaluados. Resaltándose que el 56.1% se encuentran muy satisfechos durante el momento del adiestramiento y un 38.1% se encuentra satisfecho con el mismo aspecto. De igual manera es reflejado el nivel de satisfacción para los momentos de apertura del curso, las atenciones logísticas y el trato en la recepción con porcentajes entre el 52.9% y 46.6% para la categoría de muy satisfecho, Sin embargo, cabe

 

 

resaltar que para los momentos del refrigerio y almuerzo existe un 15.3% que expresa sentirse medianamente satisfecho, lo cual permite inferir que pueden realizarse mejoras en el servicio.

De igual forma en los diferentes momentos, los clientes externos tuvieron la oportunidad de percibir las características del servicio del CIED que se listan en la tabla No.7, observando en términos generales que el mayor porcentaje de los clientes refieren estar muy satisfechos y satisfechos en relación a todas las características evaluadas. Por lo cual se puede inferir que el cliente externo del CIED tiene una imagen positiva sobre el servicio recibido la cual se hace evidente en su satisfacción durante los diferentes momentos en los cuales hubo interacción tanto personal como con los medios físicos necesarios para recibir el servicio, que en su conjunto forman la identidad del CIED.

En el análisis global de todos los resultados se observó que prevalece una imagen positiva sobre la empresa, tal como lo afirma Costa (1989), cuando indica que la imagen es el resultado de múltiples y variados mensajes relacionados entre si y con la empresa, que acumulados en la memoria colectiva configuran una globalidad capaz de influir en el comportamiento de los consumidores, los cuales se sentirá nuevamente motivados para repetir su experiencia en el CIED la cual es reforzada a través de las diferentes formas en las que la empresa se comunica con sus clientes, trasmitiéndoles como principal mensaje su identidad, sin que ello signifique que no sea sometido a

 

 

 

[adelante]