La formulación del fin en sí mismo

Para concluir, voy a explicar cómo funciona la segunda fórmula del imperativo categórico en el ejemplo anterior. La fórmula de la humanidad dice que debemos tratar a la humanidad siempre como un fin y nunca como un mero medio. Por “humanidad” Kant entiende la capacidad racional que tenemos los seres humanos de proponernos fines. En la máxima del ejemplo anterior estoy tratando a la persona a quien le hago la promesa falsa, en este caso a mi amigo Efraín, como un mero medio para la obtención de mi fin (obtener dinero para salir del apuro financiero). ¿Por qué? Parte de lo que significa tratar a alguien como un fin es que esa persona pueda consentir a mis acciones. En este caso, sin embargo, Efraín no podría consentir porque simplemente no sabe qué me traigo entre manos. El problema no es que si él se enterara de la verdad no estaría de acuerdo en prestarme el dinero, ya que puede ser que Efraín sepa perfectamente que no podré pagarle el dinero y que de todas maneras me lo preste porque le da pena verme en tal apuro y se hace el que no sabe para que yo no me sienta todavía peor. El problema es que actuar conforme a esta máxima supone que yo engañe a Efraín acerca de mis verdaderos propósitos y, por tanto, que ni siquiera le permita la oportunidad de consentir o de estar en desacuerdo con mi fin. En este caso, lo que estoy haciendo es manipulándolo para que actúe de la manera que yo quiero; es decir, lo estoy tratando como un mero medio para lograr mis propósitos en lugar de un fin que él mismo se haya propuesto.

Esta segunda fórmula del imperativo permite ver de manera más clara por qué Kant pensaba que la moralidad prohíbe el engaño y la coacción. De acuerdo con su teoría este tipo de conducta está prohibida de manera absoluta o incondicionada, por lo cual resulta siempre inmoral. Sin embargo, cabe preguntarse si no existen casos en los cuales el engaño y la coacción puedan estar justificados desde un punto de vista moral. Kant pensaba que, al menos en el contexto de las relaciones interpersonales, la respuesta es negativa y categórica.