Los sitios sinónimos se consideraban candidatos ideales para ejemplo
de sitios selectivamente neutros. En caso de que los sitios sinónimos
fueran neutros para la evolución natural entonces, podría
esperarse que los distintos codones que codifican para un mismo aminoácido
estuvieran presentes en las mismas cantidades. Sin embargo, hay una creciente
acumulación de evidencia que muestra que, al menos para especies
unicelulares
e invertebrados como la mosca de la fruta, hay presiones selectivas actuando
sobre los sitios sinónimos. En estas especies ciertos codones sinónimos
son selectivamente favorecidos por la selección natural. El conjunto
particular de codones favorecidos son específicos a cada especie.
Los sesgos en la utilización de bases en los sitios sinónimos
correlacionan con los niveles de actividad genética, probablemente
en respuesta a sesgos en la concentración de RNAs de transferencia
que median la traducción a proteína (Kanaya et al. 1999;
Moriyama and Powell 1997; Sharp et al. 1995).

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