Resumen

La clonación terapéutica como una opción para el tratamiento de pacientes con padecimientos genéticos recibió un nuevo impulso. Un equipo de la Universidad Nacional de Seúl, Corea del Sur, generado por primera vez una línea de células troncales derivadas de la masa celular interna de un blastocisto humano. El blastocisto fue desarrollado in vitro a partir de un cigoto “reconstruido” por la fusión de una célula somática del ovario con un ovocito enucleado. De manera que las células del blastocisto desarrollado poseen copias del genoma de la célula somática. Como las células troncales obtenidas son genéticamente idénticas a la célula somática, se asume que pudieran ser usadas para transplantarse ya que el rechazo inmunológico sería nulo o muy leve. Si además de células ováricas usadas por el equipo coreano, se derivan células troncales clonadas a partir de otras células de individuos adultos, el camino hacia una clonación terapéutica confiable estará abierto. Sin embargo, el manejo de ovocitos humanos “reconstruídos” para generar blastocistos plantea cuestiones éticas porque de ser implantados en el útero de una mujer, podrían desarrollarse como individuos clonados. Sin embargo, hay una importante diferencia entre las clonaciones terapéutica y reproductiva en términos de “intencionalidad”. Mientras la primera intenta clonar células para aliviar a un paciente, en la segunda se busca clonar a un individuo. Como en ambos tipos de clonación se requiere del ovocito humano, la discusión puede centrarse en la potencialidad única de esa célula para desarrollar a un ser humano. En el presente artículo expongo una opinión al respecto de acuerdo con el actual contexto biológico.


Palabras clave: células troncales, clonación reproductiva, clonación terapéutica, ética.


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