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10
de abril de 2004 Vol. 5, No. 3 ISSN: 1607 - 6079 |
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El establecimiento de las "formas naturales" o "especies de cuerpos", preocupación que Descartes comparte con Bacon, no puede hacerse al margen de la experiencia, pues aunque el análisis conceptual de la idea de extensión y los principios de la física sean fundamentales para el conocimiento de los aspectos generales que atañen a todo cuerpo material, la configuración interna de un objeto particular, esto es, su forma específica, puede conocerse únicamente cuando se han registrado sus pormenores de manera empírica. Finalmente para aplicar estas ideas a un caso, siguiendo el ejemplo cartesiano de la Sexta Meditación, podemos decir que se trata de la misma cera, de la cual sabemos a partir de nuestras ideas innatas que es esencialmente extensión, pero su configuración propia como cera, distinguible del hierro o del magneto; la temperatura o la que se licua y pierde el olor; la cantidad de agua que contiene; los usos más convenientes que pueden dársele, etc., eso es conocimiento de efectos particulares, muy importantes no sólo para la constitución de un cuerpo de conocimientos sino para el bienestar del ser humano, del mismo modo que Bacon lo había propuesto. Así, dice Descartes:
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