Un
método escéptico
--- Hemos
conocido los grandes méritos de Descartes a través de
las reflexiones de Benítez, así como parte de la herencia
que nos ha legado este pensador francés y las consideraciones
cartesianas que siguen siendo de interés para el hombre contemporáneo,
pero todo esto, sin lugar a dudas, parte de un sólo propósito,
la búsqueda de la verdad. ¿Qué método aplicó
Descartes para encontrar la verdad: la duda o la razón?
Benítez
, una de las principales investigadoras de esta corriente de pensamiento,
comenta:
“El
escepticismo es parte del método, es un escepticismo que hay
que rebasar, no es un escepticismo en el que la gente se va a estancar,
sino que es un escepticismo que gracias al método puede ser superado
o esa es, la mayor parte de las veces, la pretensión cartesiana”.
Benítez
explica que el escepticismo es el paso obligado de una razón
que se quiere ver libre de prejuicios. Desde su punto de vista no es
posible comenzar a hacer algo sin poner entre paréntesis todo
el saber acumulado y sin saber que fundamentos tiene exactamente. Considerar
–como lo estableció la autora- una racionalidad limpia,
de una racionalidad que se pretende como libre de problemas, es justamente
el examen racional de todas esas cosas que hemos recibido hasta ahora
como verdades y que no sabemos bien a bien si lo son o no.
“Hay
quienes piensan que Descartes por necesidad se queda sumido en el escepticismo.
Sin embargo, mi propia visión y versión es que no es así,
Descartes es un escéptico metódico y deja a un lado o
sobrepasa el escepticismo gracias a su propia secuencia metodológica.”
--- Descartes
sobrepasa el escepticismo, pero para qué ¿cuál
se podría considerar como el objetivo último de la filosofía
cartesiana?, ¿se puede considerar el problema de la autonomía
y la libertad como origen y objetivo último de la filosofía
de Descartes?
“Hay
que partir de que es una preocupación presente en su pensamiento,
la cual está en su concepción del hombre como en el de
las pasiones. La idea, es ser, de tal manera, consciente de que uno
tiene determinadas tendencias, que uno realmente puede manejar esas
tendencias de manera por completo racional y eso indica una vía
hacia una autonomía. Es simple y sencillo, saber elegir de manera
racional el camino adecuado. Creo, en este sentido que, efectivamente,
pretende darle cierta autonomía al ser humano”.
Para Benítez
el aspecto central es asumir racionalmente las posibilidades de acción
y elegir siempre la mejor posibilidad, lo cual es hablar de una autonomía
racional respecto a la acción.
“Lo
cual me parece, debe ser resaltado como uno de los puntos de vista cartesianos.”