Refugios
mayas
La vivienda maya, que se reduce a las construcciones de material
perecedero, se edifica prácticamente igual a todo lo largo
del territorio e historia de esta cultura. Se caracteriza por
tener paredes aislantes y altas techumbres inclinadas para proteger
a sus ocupantes del calor y las intensas lluvias; la diferencia
entre las del común de la gente y las de la nobleza estaba
en los materiales constructivos. Así, la vivienda común
de los mayas es uno de los primeros y más permanentes logros
de esta cultura, y su excelente diseño realizado con materiales
locales responde eficientemente a las agresivas condiciones climáticas
que van de la selva lluviosa, al calor semiseco de la Península,
(Fig. 12).
La casa se desplantaba sobre una plataforma baja de piedras o
barro encima de la cual se construía una estructura o armazón
de madera hecho con ramas y troncos de árboles de conocida
resistencia a los insectos y al clima, cortados durante el cuarto
menguante de la luna ya que se suponía que esto los hacía
más fuertes. La estructura se techaba con hojas de diversas
palmas como la de huano y la de corozo; posteriormente las paredes
se hacían con varas entretejidas y enjarradas con lodo
y cal que constituyen un aislante natural muy eficiente.
Que la manera [que los indios tenían de] hacer sus casas
era cubrirlas de paja, que tienen muy buena y mucha, o con hojas
de palma, que es propia para esto. Landa, Relación de
las cosas de Yucatán.
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y que después echan una pared de por medio y a lo largo,
que divide toda la casa, y en esta pared dejan unas puertas
para la mitad que llaman las espaldas de la casa, donde tienen
sus camas. Landa, Relación de las cosas de Yucatán.
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Figura
12. Edificio Sur del Cuadrángulo de las
Monjas en Uxmal. |
La
vivienda era generalmente de forma oval y en épocas tardías
rectangular, dividida en su interior por un muro longitudinal
que formaba dos grandes cuartos, el delantero era sala común
y recibidor, y el trasero era dormitorio, existía un acceso
principal al centro de la fachada frontal y otro al centro de
la posterior. Los dos cuartos se comunicaban por una puerta central,
con lo que las tres formaban una línea o eje de ventilación.
Hasta donde sabemos por las representaciones en murales o graffitis,
no acostumbraban ventanas.
Una importante excepción ha podido observarse en el sitio
de Joyas de Cerén, ubicado en El Salvador, que fue cubierto
por la ceniza de la erupción del volcán Ilopango.
En este lugar se han conservado los restos de algunas casas de
material perecedero que tienen ventanas derivadas de no recubrir
de enjarre porciones rectangulares de los muros, con lo que se
produce una ventana enrejada por la trama de las varas de las
paredes.
En ocasiones los rigores del clima hacían necesario que
el área de preparación de alimentos estuviera en
un cobertizo atrás o a un lado de la casa. Dada la organización
en familias extensas, la unidad familiar se componía de
varias chozas organizadas alrededor de un patio.
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Figura
13. Palacio de Kabáh. |
A
partir de la vivienda de carácter general, los mayas diseñaron
la vivienda de la nobleza, que reproducía en piedra sus
proporciones y diseño caracterizado por las altas techumbres
y para ello los mayas desarrollaron la bóveda maya. Los
edificios habitacionales de la nobleza se integraban por cuartos
contiguos formando largas crujías colocadas regularmente
alrededor de patios; contaban usualmente con un solo acceso por
cuarto y existían viviendas inclusive de dos o más
niveles (Fig. 13).
Estos edificios al igual que los basamentos y plataformas sobre
los que descansaban, eran construidos con bloques de piedra caliza
unidos por mortero de cal, que se cubría con un resistente
aplanado del mismo material.