El Deseo y la Culpa
En la ética del psicoanálisis Lacan establece la relación entre deseo y culpa, que es fundamental para la comprensión de las religiones. Lo ético y antitético se podría considerar como posibilidad de articulación lingüística, en la medida en que pertenece a códigos socio-culturales específicos, a que es efecto de discurso, de una articulación del hombre según las coordenadas de su cultura. Así la culpabilidad es constitutiva; el ser humano es un ser culposo, y lo que lo introduce a la cultura es la culpa, a través de las formas más básicas de prohibición. Del mismo modo, se puede sugerir la idea de que un Dios único (monoteísmo) esta ligada a la forma más básica de escritura. En
investigaciones recientes el antropólogo italiano Eduardo Borzatti,
plantea la existencia de una cultura del oriente próximo, que trajo
consigo la tradición monoteísta a Mesopotamia, milenios
antes de que nacieran los grandes reformadores, que intentaron formalizar
el culto a un Dios único, como Akhenatón y Moisés.
Esta forma de protoescritura que reconoce una forma de sintaxis gramatical, es solo una idea referencial, que nos permite establecer una íntima relación entre lenguaje—escritura y religión, a la idea del Uno como constitutiva, en este caso el Otro (Dios), ese lugar donde algo habla, idea también desprendida de las referencias al seminario “Los Nombres del Padre” de Lacan”5. |