
Fig. 3

Fig. 4

Fig. 5
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La
composición de un grupo de peces en un lugar dado
es el resultado del funcionamiento de numerosos factores
tales como la competencia interespecífica, la depredación,
la selección de hábitats, así como
la disponibilidad de alimento y la tolerancia a las condiciones
fisicoquímicas (Wootton, 1992 & Angermeier,
1983). Actualmente se están realizando numerosos
estudios en ríos y lagos de zonas tropicales sobre
la estructura comunitaria de peces en relación
a los factores abióticos. En el Perú, estos
estudios recién están empezando.
Después
de la separación de Sudamérica y África,
y a medida que emergían los Andes, las condiciones
de las aguas cambiaron, los ríos se volvieron torrentosos
y las aguas se cargaron de nutrientes y sedimento. Ambos
sucesos ocasionaron que las pocas familias de peces de
agua dulce que allí
vivían ocupen los nuevos ambientes y nichos, produciéndose
en muchos de estos lugares procesos de especiación
y endemismo hasta llegar a constituirse nuevas especies
de peces, de características físicas y/o
hábitos distintos a las de su ancestro e incapaz
a su vez, de cruzarse con éstos (Galvis et al.,
1997).
En
el Perú existe una ictiofauna
o conocida también como diversidad de peces significativamente
diferente en numerosas cuencas del país. La presencia
de montañas elevadas, valles interandinos numerosos,
bosques amazónicos extensos al este de los Andes
y regiones desérticas a lo largo de las costas
del Pacífico posibilitan que sea el país
sudamericano con la mayor diversidad de hábitats
(figura
3). Sin embargo estos factores geológicos
han hecho muy difícil la evaluación de la
fauna peruana. Hasta 1986, de las 736 especies registradas
para el Perú, el 86% corresponde a especies de
la región oriental (cuenca del Amazonas), el 5.3%
corresponde a la cuenca del Lago Titicaca, el 2.8% ocurre
en otras zonas de los Andes y el 5 % restante vive en
los ríos costeños (Ortega & Vari, 1986).
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