Formatos digitales de audio y video

Elementos fundamentales en cualquier tecnología audiovisual son los formatos de codificación y compresión digital. Por mucho tiempo la única manera de almacenar y distribuir información audible o visible fue a través de medios y recursos analógicos: los discos LP, las cintas, los videocasetes, la radio AM y FM o la televisión de antena aérea. Estos recursos, que simulan un proceso o información ya sea por el acomodo de partículas magnetizables en la superficie plástica de una cinta de audio o las ondas de una emisora de radio, son ampliamente conocidos, pero incompatibles con los medios de transmisión modernos como Internet o la Televisión Directa al Hogar.

Los formatos digitales son un conjunto de recomendaciones, estándares y desarrollos propietarios que dan una equivalencia a esa información analógica en términos de ceros y unos, esto es: representaciones discretas binarias o, de forma más sencilla, contenido digital. Gran parte de las instituciones de educación superior en todo el mundo se han apegado al uso de estándares validados por entidades con presencia mundial, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) o la Organización Internacional de Estandarización (ISO), garantizando de mejor manera la compatibilidad de los equipos, programas y productos con los recursos de los que dispongan sus estudiantes, profesores u otros usuarios en las demás instituciones.

Para el audio en vivo y en demanda, el formato más extendido es MP3, derivado de la primera implementación del Grupo de Expertos en Imágenes en Movimiento (MPEG) para la codificación y compresión de video. MP3 corresponde a la capa de audio de MPEG-1, formato usado en los Discos Compactos de Video (VCD). MP3 facilita la compresión de audio a niveles hasta 10 a 1 o más de un archivo tipo PCM/CDA, es decir, aquellos que se almacenan en un disco compacto de audio tradicional. El éxito de este formato se debe al libre uso de los decodificadores y al bajo costo de licencia para los codificadores, mismos que residen en buena parte de los programas para reproducción de medios. Aunque existen otros formatos para Audio Webcast, MP3 y su más reciente versión MP3Pro se perfilan como el estándar de facto para este tipo de servicios.

En el caso del video en vivo y en demanda la variedad de formatos es aún mayor, especialmente los del tipo propietario. Empresas como RealNetworks, Apple y Microsoft, fabricantes de los reproductores de medios más populares (Real Player, Quicktime y Windows Media Player, respectivamente) han desarrollado codificadores – decodificadores que sólo sus programas de reproducción pueden interpretar. El que una institución decida emplear un formato propietario implica que asume el restringir en cierta medida las posibilidades de acceso de su comunidad a los contenidos, dado que no todos los profesores y alumnos poseen iguales sistemas operativos, computadoras o reproductores de medios.

Por ello cobra más relevancia MPEG-4. Derivado de MPEG-1 y MPEG-2 (el estándar para DVD y Televisión Directa al Hogar), MPEG-4 fue diseñado para la distribución de contenidos en Internet, con grados de escalabilidad que le permiten lo mismo la entrega de contenido a bajos anchos de banda que la comunicación interactiva de alta calidad. Actualmente casi todos los reproductores de medios y servidores RTSP son compatibles con MPEG-4.

Los formatos para tecnologías audiovisuales interactivas están más vinculados que en el caso de las no interactivas. La telefonía y audioconferencia por IP usa los mismos estándares para la codificación de audio que la videoconferencia. Estos estándares están diseñados de tal manera que optimizan lo más posible la calidad de la comunicación a bajos anchos de banda y otorgan rendimientos superiores cuando los recursos de la red también se incrementan. G.711 y G.723, estándares empleados en la Voz sobre IP (punto a punto o multipunto) son los mismos que usan los equipos de videoconferencia que operan en las normas H.320 (ISDN y Dedicados) y H.323 (enlaces por redes IP). Visto de otra manera: una Terminal de audio por IP funciona de igual manera que un equipo de videoconferencia por IP, sin la parte de video, por supuesto.