10 de abril de 2004 Vol. 5, No. 3 ISSN: 1607 - 6079
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El "escucha Israel" no me conmueve...

La escritura y el pensamiento

Para Améry, quien escribe 20 años después de los hechos (su libro fue publicado en 1966), la escritura y el pensamiento no se vuelven instrumentos de liberación de la experiencia del terror, medios para ir más allá del rencor y del resentimiento, como de alguna manera sucede en Primo Levi. Por el contrario, la escritura es el lugar desde donde Améry se autodefine y se autoafirma: “Hombre del resentimiento, como confieso que soy,” (Améry, 150), como si sólo a través de éste, el hombre que ha vivido la experiencia de los campos pudiera seguir vivo y reflexionando más allá de cualquier reconciliación. Por ello, escribe: “De ahí mis reparos a la reconciliación, dicho con más exactitud: el convencimiento de que una disponibilidad a la reconciliación proclamada públicamente por la víctimas del nazismo no puede representar más que insensibilidad e indiferencia frente a la vida o conversión masoquista de una exigencia de venganza auténtica reprimida. Sólo perdona realmente quien consiente que su individualidad se disuelva en la sociedad, quien es capaz de concebirse como función del ámbito colectivo, es decir, como sujeto embotado e indiferente. Acepta con resignación los acontecimientos tal y como acontecieron”. (Améry, 152) Este es el Améry del resentimiento permanente como posibilidad única de sobrellevar una vida, que finalmente terminará en el suicidio. Un hombre que no concibe la elaboración del duelo sin la resignación indiferente. Ahora bien, no deduzco necesariamente que su resentimiento, de manera específica, lo haya conducido a la muerte; Primo Levi, Bruno Bettelheim, Stefan Sweig y Walter Benjamin son casos totalmente diferentes, y también se suicidan por circunstancias diversas. La relación entre el rencor y el suicidio no nos lleva automáticamente a atentar contra la propia vida, pero sí nos devuelve una imagen de desasosiego permanente, de infelicidad y de herida abierta que no acepta ser “tocada”.

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