10 de abril de 2004 Vol. 5, No. 3 ISSN: 1607 - 6079
[¿Que es la revista?] [Visita nuestros ejemplares anteriores] [Regresa a la pagina principal] [Realiza una busqueda en nuestros archivos] [Recomienda esta pagina] [Sitios de interes]

 

 

El "escucha Israel" no me conmueve...

¿Cuánta patria necesita el ser humano?

“¿Cuánta patria necesita el ser humano?” (Améry, 110) se pregunta Améry con tono melancólico. Y él mismo responde: “Quien no lo sabía, aprendió posteriormente en la vida cotidiana que el exilio encuentra su definición más fiel en la etimología de la palabra alemana “Elend”, que en una temprana acepción alude también al destierro (miseria, pobreza, aflicción)”(1) . Desde esta miseria Améry observa el mundo, es su triste situación de resentido y extranjero a la vez la que lo marca y define en todos sus actos. De ahora en adelante, el exilio tendrá esta connotación negativa, de despojo y de miseria, de infelicidad. Améry no será el único intelectual que deberá atravesar por la experiencia del exilio, un buen número de intelectuales judíos y no judíos pasan por ella con una actitud completamente distinta. Ciertamente se ven afectados por la necesidad de abandonar sus países de origen, pero incluso así, desterrados y alejados de su tierra y de su lengua, sobreviven a través de la creación y el pensamiento. Theodor Adorno, Max Horkheimer, Hannah Arendt, Thomas Mann, Stefan Zweig, etc. y hasta cierto punto Walter Benjamin, no dejan de escribir tratando que la experiencia del destierro no bloquee su posibilidad de vida, ni su capacidad crítica.

Siguiente
Atrás
Volver a El "escucha Israel" no me conmueve...