La
muerte y sus dioses
Los
dioses mayas del Inframundo simbolizan a las
energías, que son el complemento de las fuerzas vitales del
cosmos, así como su morada, es el complemento del cielo.
La influencia de las fuerzas celestes y las infraterrestres se da
en el nivel central, la tierra.
Los
principales dioses de la muerte se representan como seres antropomorfos,
lo cual se debe a que su existencia en el panteón maya responde
a la preocupación principal de ese pueblo por el fin de su
vida, de la que derivan las creencias sobre el destino final de
los demás seres vivos. De estos dioses relacionados con la
muerte y el Inframundo, hay uno que es la defunción misma
y que recibe varios nombres en las fuentes coloniales yucatecas:
Ah Puch “El descarnado”, Kisin, “El
flatulento” Hun Ahau “Señor Uno”,
Yum Kimil “Señor de la muerte”; entre
los quichés: Hun Camé “Uno Muerte”
y Vucub Camé “Siete muerte”. Este dios
en los códices tiene como imagen una calavera, un esqueleto
o un cadáver humano en descomposición.
Este dios de la muerte se asocia con la noche y las enfermedades;
su sitio es el estrato más bajo del inframundo, denominado
Mitnal entre los yucatecos y Xibalbá entre los quichés.
Pero la muerte no se concibió como la nada, sino como una
energía actuante en el cosmos, complemento necesario de la
energía vital. Ésta es el complemento dialéctico
de la vida, por eso el dios se representa con rasgos vitales como
los ojos abiertos.9
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Figura
24. En el llamado "Vaso de los siete dioses"
se observan seis deidades del inframundo en el día
de la creación 4 ahau 8 kumk’u reunidas ante
el dios L, señor del inframundo, que aparece sentado
en un trono con forma de jaguar en una cueva. El vaso es
de procedencia desconocida pero se atribuye a Guatemala
y al periodo Clásico Tardío. |
Las
diosas
Las representaciones de las diosas, así como las referencias
en las fuentes escritas, hablan de la existencia de una gran diosa
madre relacionada con la Luna, la medicina, los partos y las labores
propias de ese sexo, como el tejido. Entre sus nombres destaca el
de Ixchel, que se ha relacionado con deidades femeninas,
su nombre significa “La de tez blanca”. La Luna se liga
a las diosas madres porque se considera una energía que propicia
la fertilidad, tanto de la tierra y los animales como de los hombres,
y que regula el ritmo cíclico de la vida.
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Figura
25. En una bella imagen procedente de Palenque, Chiapas
de la diosa joven lunar se representa sentada en el signo
lunar y sosteniendo en sus brazos a un conejo. |
En
los códices se representa a dos diosas, una joven y otra
anciana: la primera, Ixchel, sería la diosa lunar
y la de mayor edad se le llamaría Ixchebel Yax,
“Primera Señora del Pincel”, la compañera
del dios supremo Itzamná, en su aspecto antropomorfo
o el aspecto
femenino del dios. Simboliza a la gran madre tierra
y a la parte femenina de la creación. Algunos autores han
identificado a esta deidad anciana también con la luna. Esta
interpretación señala que Ixchel, sería
el aspecto joven de la Luna, la Luna llena y la otra, la llamada
vieja
diosa roja del tejido, sería la Luna nueva,
el aspecto decadente de la Luna.
Entre
los yucatecos Ixchel
era la patrona no sólo de los nacimientos sino también
de la medicina y la adivinación. Su templo principal estaba
en Cozumel y era un centro de peregrinaciones. Las mujeres en trabajo
de labor colocaban su imagen bajo sus lechos esperando su protección
y tener un buen parto.10
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