Fragmentos
de la entrevista
Mariano:
joven de 24 años.
La
licenciada P. anuncia el nombre de Mariano
en la sala de espera. Mariano se levanta y
entra al consultorio, saluda a la licenciada
y se sienta.
Mariano se muestra un tanto reticente a lo
largo de la entrevista. Su modo de hablar
es lento y cabizbajo.
L
= Licenciada P.
M = Mariano
L: ¿Qué te trae por
acá?
M: Por una promesa a mi pareja... Para
serle sincero, no sé si tengo muchas
ganas de venir al psicólogo.
L: ¿Por qué?
Mariano cuenta que tanto su madre como
su padre han fallecido, de modo que actualmente
está a cargo del cuidado de un hermano
y de los abuelos.
L: ¿Por qué tu pareja
te mandó para acá?
M: Nos hemos peleado varias veces, dice
que me descargo con ella...
L: ¿Y tu qué piensas?
¿Es así o no es así?
M: Seguro que sí... porque tengo
bastante bronca...
L: ¿Qué tipo de
bronca?
M: Siento que las cosas me saturan, que
no hay justicia, y a veces las cosas explotan...
Me pesa mucho la responsabilidad de mi casa...
No puedo pensar en el futuro... No puedo hacer
planes de nada...
L: ¿A qué te dedicas?
M: Trabajo en una empresa.
L: ¿Haces algo más?
M: No...
L: ¿Estudias?
M: Intenté con la facultad, pero
no funcionó.
L: ¿Y qué pasó
con la facultad?
M: No encajo con la gente. No puedo con
todo lo que me mandan a estudiar.
L: ¿Por qué no puedes?
M: Por cómo soy.
L: ¿Cómo eres?
M: Tardo en estudiar... Me cuesta más
que los demás... Pero me interesa la
informática, ahora se piden muchos
técnicos en computación...
(Mariano deja de hablar y se queda en silencio.
No habla. Mira a su alrededor y observa el
consultorio).
Trascurre
un largo silencio...
L: ¿No piensas que hablando
las cosas se descomprimen un poco?
M: Para hablar de cosas íntimas
es preferible hablarlo con un amigo y no con
un extraño... No sé... no digo
que no sea útil, por algo estoy acá...
Yo no sé si va a haber solución,
ya la vida vino mal parida así...
Concluye
aquí la entrevista con Mariano.
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