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Las nuevas tecnologías digitales, además
de ayudar a superar las barreras geográficas
y económicas propias de la edición
en átomos –según la jerga
digital-- y de la distribución acostumbrada,
invitan a una manera inédita de concebir
y transmitir la creación y el conocimiento.
Éstas, además, están
señalando el camino más viable
para conseguir una indispensable economía
de medios materiales y una distribución
más racional de las funciones humanas
que hacen posible el proceso que conduce de
la creación y la crítica a la
producción y la difusión editoriales.
Bueno, y así podría seguir trazando
en el aire las virtudes de un medio complejo
y rico en propuestas, exhibicionista e inmaduro
como pocos, también. Un medio joven,
imposible de definir por completo y, desde
luego, de encasillar. Pero en realidad lo
que me interesa ahora es hablar sobre los
resultados obtenidos a partir de aplicar estas
nuevas tecnologías en la publicación
y la promoción de la literatura latinoamericana
en general y mexicana en particular.
De entre los portales del continente más
ambiciosos y variados quisiera destacar sólo
tres. En Perú, el portal Adonde?
literatura. Más al
sur, el sitio Literatura
argentina contemporánea.
Y por último, Literatura
Latinoamericana. Los tres
sitios, de acuerdo con la tendencia más
extendida, brindan visiones panorámicas
de las letras de los distintos países
considerados, pero muy pocos textos de o sobre
los mismos. Otra línea de estilo hipertextual
es la que enfrenta el estudio o la difusión
literaria a partir de enfoque temáticos;
pero también, la que brinda al lector
vistas mucho más amplias y generosas
del trabajo literario.
Con la idea de aprovechar al máximo
las posibilidades de esta tecnología,
y asumiendo el detalle, nada despreciable,
de que en México las expectativas y
exigencias autorales, al contrario de lo que
sucede en casi todo el primer mundo, no se
han salido aún de proporción,
desde 1996 un pequeño grupo de investigadores
del Centro de Estudios Literarios de la UNAM
nos propusimos introducir la literatura y
las artes de México en los espacios
digitales. Internet y los discos compactos
han sido, desde entonces, los medios alternativos
y, en ocasiones, principales, más prácticos
para desarrollar algunas de las actividades
de investigación y creación
del grupo. Y desde luego, las más atractivas.
Hasta la fecha, en tres discos se ha reunido
la parte medular de la obra periodística
del escritor mexicano José Juan Tablada
(más de mil crónicas)3;
y el archivo completo de su obra gráfica
y plástica, que apareció hace
poco en disco, puede consultarse ya, parcialmente,
en la red.
También han sido editados en CD-ROM
algunos tomos del diccionario de autores mexicanos
elaborado dentro del Centro. En relación
con la primera vía de captura y comunicación
literarias, Internet, y que es a la que me
referiré con más amplitud, lo
que hemos venido haciendo es proyectar lo
más ampliamente posible las letras
y el arte mexicano. Para lograr una mayor
efectividad, desde un principio procuramos
la combinación de páginas web
institucionales y privadas, pues en distintos
aspectos unas resultaban complementarias de
las otras. Además pensamos que la presentación
de los materiales, accesibles a un público
amplio, fuera acompañada de estudios
informativos, pero no especializados.
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